Los mercados europeos miran hacia Washington

Apertura en verde en Europa entre la espera del dato PCE y nuevas amenazas arancelarias

EPA/ARMANDO BABANI
Con cautela y algo de optimismo, las principales bolsas europeas arrancaron este viernes con ganancias moderadas. Los inversores aguardan la publicación del índice PCE en Estados Unidos —la referencia de inflación preferida por la Reserva Federal—, mientras el presidente Donald Trump intensifica la presión proteccionista con nuevos anuncios de aranceles que podrían alterar aún más el panorama global.

Desde el primer toque del reloj bursátil, el DAX alemán subía alrededor del 0,44 %, con Commerzbank liderando con un alza cercana al 1,5 % en torno a las 9:01 h CET. En Francia, el CAC 40 registró un repunte inicial del 0,37 %, impulsado en parte por un salto del 3,88 % en ArcelorMittal. El Euro Stoxx 50 también se movía al alza (+0,34 %), con EssilorLuxottica destacando con un crecimiento de 1,43 %. En Londres, el FTSE 100 arrancó más plano, manteniéndose en equilibrio durante los primeros minutos de la sesión.

En el frente cambiario, el euro cotizaba con una leve fortaleza frente al dólar, avanzando aproximadamente un 0,12 %, hasta superar los 1,1678 USD. Al mismo tiempo, la libra esterlina también ganó terreno, con una subida cercana al 0,15 %, situándose en el entorno de 1,3364 USD.

El centro de atención del mercado se sitúa en el inminente dato del PCE (Personal Consumption Expenditures), la métrica de inflación favorita de la Fed. Se proyecta una cifra interanual de 2,6 %, coincidente con los datos previos, aunque los participantes del mercado estarán atentos a cualquier sorpresivo giro que pueda influir en las expectativas de tipos de interés.

Sumado a esta tensión, el presidente Trump ha anunciado una batería de nuevos aranceles para determinados bienes importados, que van desde los productos farmacéuticos con un gravamen del 100 % hasta gravámenes del 25 % en vehículos pesados, del 50 % en muebles de baño y cocina, y del 30 % en mobiliario tapizado —medidas que entrarían en vigor a partir del 1 de octubre—. Esto reaviva la amenaza proteccionista que ya ha estado presente en los mercados durante semanas.

Estas nuevas medidas generan una doble inquietud entre los inversores: por un lado, la posibilidad de presiones inflacionarias adicionales en EE. UU. y sus efectos en la política monetaria de la Fed; por otro, el riesgo de represalias o disrupciones en las cadenas globales de suministro.

Europa, por su parte, encara este contexto con una recuperación tímida: el índice EU50 de los mercados europeos mostraba un avance del 0,25 %, reflejando un tono moderadamente optimista pero aún fragilizado por la incertidumbre global.

En este escenario, el mercado europeo depende del resultado del PCE para calibrar si la Fed opta por nuevas subidas, recortes o una pausa en su estrategia. A la espera de esa señal, los inversores ejercerán cautela, ajustando posiciones y evaluando el impacto que puedan tener los nuevos aranceles estadounidenses sobre la economía mundial.