Bolsas asiáticas mixtas: el PMI australiano enfría el ánimo y China cede, con Japón cerrado por festivo
La fotografía del martes en los parqués asiáticos fue de digestión y algo de vértigo tras el nuevo empujón de Wall Street. El día anterior, los tres grandes índices estadounidenses cerraron en máximos históricos apoyados, entre otros factores, en el impulso del sector tecnológico y en el renovado entusiasmo por la inteligencia artificial. Ese telón de fondo positivo no se trasladó con la misma intensidad al mercado asiático, donde el sesgo fue mixto y, en algunos casos, abiertamente vendedor.
En Australia, el S&P/ASX 200 logró mantenerse en verde en torno a media sesión, con avances en el entorno del 0,4%-0,6%, en un contexto marcado por la publicación de los indicadores adelantados de actividad privada. El flash del PMI manufacturero de S&P Global para septiembre se moderó a 51,6 desde 53 en agosto, un registro coherente con expansión, pero que apunta a una pérdida de tracción al comienzo del trimestre y que invita a cierta cautela en los cíclicos.
Corea del Sur ofreció la nota positiva: el Kospi avanzó en torno al 0,3%-0,6% a esa hora, apoyado por el buen tono de los fabricantes de chips y la estela de los avances tecnológicos en Estados Unidos. Aun así, los inversores locales siguen calibrando el pulso de los tipos de interés a escala global y el impacto sobre el won y las exportadoras.
La contracara estuvo en la Gran China. Hong Kong volvió a ceder cerca del 1% y los índices del continente —con el Shanghai Composite a la cabeza— retrocedieron del 0,7% al 1,2% en un movimiento dominado por toma de beneficios en tecnología y consumo, después del fuerte rally de las últimas semanas. La pausa llega en plena discusión sobre si el mercado alcista chino tiene gasolina suficiente sin nuevos estímulos y mientras los operadores cribaban resultados y noticias corporativas del sector digital.
En Japón, los mercados permanecieron cerrados por festivo —Día del Equinoccio de Otoño—, con el derretimiento de liquidez habitual que provoca el parón de Tokio en el resto de la región. En divisas, el dólar se movía prácticamente plano frente al yen, con el cruce orbitando la zona de ¥147,7 a primera hora de la mañana europea, un comportamiento que sugiere espera a datos de inflación y a las próximas pistas de política monetaria.
El sentimiento, en definitiva, combinó el eco de unos récords en Wall Street con la realidad de unos datos que enfrían expectativas en Australia y una toma de beneficios visible en China y Hong Kong. Con Japón fuera del tablero por un día y el dólar/yen estable, la región se movió más al compás de historias domésticas y de la macro inmediata que del gran relato de la IA que vuelve a dominar en Estados Unidos. De cara al resto de la semana, los operadores mirarán a los siguientes lotes de PMIs y a las lecturas de precios para afinar la apuesta en bancos centrales, sabiendo que cualquier sorpresa puede inclinar la balanza entre consolidación y continuidad del rally.