3I/Atlas

Controversia en torno a la señal del cometa 3I/Atlas: ¿un mensaje extraterrestre o pura naturaleza?

Controversia en torno a la señal del cometa 3I/Atlas: ¿un mensaje extraterrestre o pura naturaleza?

La reciente detección de una señal de radio proveniente del cometa 3I/Atlas mediante el radiotelescopio MeerKAT genera debate sobre su origen, con expertos aclarando que se trata de un fenómeno natural relacionado con las moléculas de hidroxilo, aunque el público se pregunta si podría ser un signo extraterrestre.

En los confines del espacio interestelar, un objeto ha llamado la atención de expertos y curiosos por igual. ¿Podría tratarse de un mensaje codificado más allá de nuestro conocimiento o solo una manifestación natural del universo? El cometa 3I/Atlas ha sido protagonista de un hallazgo radiotelescópico que ha abierto el debate: la detección de una señal peculiar por el radiotelescopio MeerKAT en Sudáfrica.

La detección que encendió las alarmas

El 24 de octubre, a solo cinco días del perihelio del cometa 3I/Atlas, MeerKAT captó una señal que inicialmente sorprendió por su intensidad y características. Este radiotelescopio, que cuenta con 64 antenas de 13,5 metros cada una, está diseñado para explorar el cosmos en frecuencias específicas, y en esta ocasión, registró líneas de absorción de hidroxilo (OH) en las bandas de 1665 y 1667 MHz.

Este fenómeno suele darse cuando el hielo sublimado de un cometa interactúa con la radiación solar, liberando moléculas que generan patrones detectables, pero la naturaleza precisa de esta señal volvió a poner sobre la mesa preguntas acerca de su origen real.

El trasfondo científico de las líneas OH

Para quienes no estén familiarizados con el tema, las líneas de absorción de OH son una firma molecular común en cuerpos cometarios. Estas moléculas, compuestas por un átomo de oxígeno y uno de hidrógeno, responden a la radiación solar al liberar energía y alterar las frecuencias del espectro electromagnético.

No obstante, estas emisiones son naturales y no se asocian a ninguna tecnología o inteligencia artificial. ¿Pero entonces, por qué tanto revuelo? Porque la detección en frecuencias tan específicas y tan claramente definidas, en un cometa interestelar, es poco común y ofrece pistas nuevas sobre cómo estos cuerpos se comportan en el vacío espacial.

¿Señal extraterrestre o fenómeno natural aceptado?

La respuesta, según varios expertos, se inclina definitivamente hacia la hipótesis natural, pero con matices interesantes. Los intentos de captar señales similares en septiembre, cuando el cometa apenas comenzaba su acercamiento, no tuvieron éxito, lo que sugiere que la sublimación y la interacción con la radiación solar son eventos dinámicos que varían en intensidad y manifestación.

¿Entonces por qué algunos hablan de un posible “signo extraterrestre”? Este tipo de controversias surgen porque, desde fuera, la idea de una señal captada del espacio profundo anima a la imaginación popular y mediática, pero la comunidad científica no ha hallado indicios sólidos de inteligencia alienígena en estas emisiones.

3I/Atlas pasó cerca de New Horizons

El papel de la divulgación y la percepción pública

La difusión de noticias científicas con un tinte sensacionalista no es nueva, y este caso no escapa a ello. Mientras un sector apuesta por el misterio y la especulación, otro intenta poner en contexto los datos fríos. Es comprensible que el público, ávido de respuestas sencillas, se incline a interpretar estos sucesos como “mensajes de otros mundos”.

Pero, críticamente, la ciencia avanza paso a paso, y aunque la señal sea fascinante, es más un reflejo del comportamiento físico del cometa que un contacto descifrado.

Implicaciones y próximas investigaciones

Lejos de desacreditar este episodio, el hallazgo con MeerKAT invita a seguir observando cuerpos interestelares con instrumentos cada vez más finos y sensibles. El cometa 3I/Atlas, al ser uno de pocos detectados que vienen de fuera de nuestro sistema solar, ofrece una oportunidad única para estudiar la composición y dinámica del material interestelar.

Además, esta detección marca un precedente para futuras misiones y vigilancias astronómicas, donde se aprovechará el avance tecnológico para comprender mejor no solo estos fenómenos, sino cualquier posible señal genuina que provoque un misterio real.