Mercados asiáticos miran de reojo a EEUU en una jornada de señales mixtas

Incertidumbre global impulsa movimientos divergentes en los índices del Asia-Pacífico

EPA/ALEX PLAVEVSKI
Mientras la Asamblea General de la ONU concentra la atención diplomática, los mercados bursátiles del Asia-Pacífico transitan entre luces y sombras. Los inversores descifran el tono incierto de la Reserva Federal y revisan datos dispares: la caída industrial japonesa contrasta con una inflación australiana más fuerte de lo previsto, y la retoma tímida de la actividad en China suma volatilidad al panorama regional.

El escenario que atraviesan hoy los mercados de la región Asia-Pacífico refleja que el pulso financiero internacional está cruzado por contradicciones. En China, los principales índices subían tímidamente: el Shanghai Composite avanzaba 0,14 % y el Shenzhen Composite escalaba 0,12 % temprano en la sesión. Hong Kong, por su parte, sumaba un 0,11 % al alza.

No obstante, ese tono optimista no se extendía a todos los mercados: el índice Kospi de Corea del Sur retrocedía alrededor de 1,05 %, mientras Japón vivía una jornada a la baja, con el Nikkei 225 cayendo un 0,40 %. En Australia, el S&P/ASX 200 se dejaba un 0,90 %.

Este movimiento mixto se explica en buena parte por la interacción entre tres vectores de riesgo. Primero, los inversores aguardan con cautela las intenciones de la Reserva Federal de Estados Unidos. El discurso del presidente Powell, aunque no ofreció señales decisivas, generó dudas sobre la velocidad y el momento de futuras alzas o recortes.

Segundo, en Japón los datos industriales alivian pocas esperanzas: la producción manufacturera profundizó su caída en septiembre, marcando su peor retroceso en meses, mientras que el sector servicios, aun en expansión, mostró una moderación significativa. Estas cifras pesan sobre las expectativas de crecimiento regional.

Tercero, la inflación australiana sorprendió al alza: el dato anual se disparó desde 2,8 % hasta 3 % en agosto, lo que siembra dudas sobre la capacidad del Banco de la Reserva de Australia para recortar tasas en el corto plazo, y erosiona el optimismo local.

Sumado todo esto, la apreciación del dólar frente al yen (alrededor de 0,08 %) actuó como factor adicional de presión sobre los mercados exportadores japoneses.

A nivel global, la referencia del índice MSCI Asia-Pacífico (excluyendo Japón) caía 0,4 %, tras sucesivas caídas en Wall Street. No obstante, más adelante en la sesión algunos avances técnicos y un renovado impulso del sector tecnológico chino revirtieron parcialmente las pérdidas, situando al índice en una leve recuperación.

Desde la óptica del inversor ibérico que sigue con atención los mercados globales, este tipo de sesiones mixtas obligan a poner el foco en la flexibilidad estratégica. En contextos donde los motores no avanzan al unísono, las decisiones deben sustentarse en señales locales —inflación, producción, cambios de divisas— y en la lectura de los mensajes de los bancos centrales. Esa prudencia será clave en las próximas jornadas, mientras la atención se desplaza hacia los próximos datos de empleo y precios en EEUU, y hacia eventuales giros de política monetaria en Asia.