La inflación en Italia crece literalmente la mitad que en España: ¿Por qué?

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La inflación en Italia se situó en el 1,6% interanual en septiembre, según los datos revisados por el Instituto Nacional de Estadística (Istat). El índice de precios al consumo (IPC) apenas subió un 0,2% mensual, consolidando una tendencia de estabilidad que contrasta con el repunte de la inflación en España, donde los precios han escalado hasta el 3% en el mismo periodo, según el INE.

La diferencia entre ambos países refleja dos realidades económicas distintas dentro del sur de Europa. Mientras Italia logra mantener a raya el incremento de precios, España sigue enfrentando presiones inflacionarias derivadas principalmente del encarecimiento de la energía, los alimentos y los servicios.


Italia frena la inflación, España vuelve a acelerar

El dato italiano confirma que la tercera economía de la eurozona ha conseguido moderar el impacto del coste energético y contener la subida de precios en bienes básicos. Además, el IPC subyacente (que excluye energía y alimentos frescos) se revisó ligeramente a la baja, hasta el 2%, señal de que la inflación estructural también pierde fuerza.

En contraste, España ha visto cómo el incremento del 3% en septiembre rompe con la tendencia de moderación registrada durante la primera mitad del año. Los principales responsables de este repunte han sido la electricidad, los carburantes y algunos alimentos frescos, que mantienen al alza el coste de la vida para los hogares españoles.


Factores que explican la diferencia

Los analistas apuntan a varios motivos detrás de esta divergencia. En primer lugar, Italia depende menos de la energía importada desde mercados volátiles como el gas natural, gracias a acuerdos bilaterales y una política de contención fiscal más prudente.

Por el contrario, España ha experimentado un repunte del gasto doméstico y turístico tras el verano, lo que ha impulsado la demanda interna y, con ella, los precios en el sector servicios. Además, el país ibérico presenta un mercado laboral más dinámico, lo que también contribuye a la presión sobre los salarios y, por tanto, sobre la inflación.


Dos estrategias ante el mismo problema

El Gobierno italiano, encabezado por Giorgia Meloni, ha optado por una política más conservadora en gasto público y subsidios energéticos. Mientras tanto, en España, el Ejecutivo mantiene medidas de alivio fiscal y ayudas directas para contener el impacto de los precios en los hogares, pero estas inyecciones también pueden mantener viva la inflación a medio plazo.

Ambos países afrontan el mismo desafío: mantener el poder adquisitivo de los ciudadanos sin comprometer la estabilidad fiscal. Sin embargo, con una inflación que duplica la italiana, España se encuentra en una situación más delicada.


El sur de Europa, dividido por los precios

El contraste entre ambos datos ilustra la fractura inflacionaria dentro de la eurozona, incluso entre economías vecinas. Mientras Italia parece haber logrado un punto de equilibrio entre crecimiento e inflación contenida, España sigue buscando fórmulas para moderar el impacto de los precios sin frenar la recuperación económica.

En definitiva, el 1,6% italiano frente al 3% español demuestra que, incluso bajo el paraguas del euro, la lucha contra la inflación avanza a dos velocidades en el sur de Europa.