Nuevo impuesto de 207 euros al año (de media) si tienes un coche gasolina y de 188 euros si es diésel
La Unión Europea ha aprobado un nuevo marco climático que transformará por completo el coste de la movilidad en los próximos años. El Sistema de Comercio de Emisiones ETS2 (Emissions Trading System 2), que entrará en vigor en enero de 2027, supondrá la aplicación de un impuesto indirecto sobre la gasolina y el diésel en toda la UE. En la práctica, el cambio se traducirá en un incremento mínimo de entre 11 y 13 céntimos por litro, aunque en escenarios de alta demanda o volatilidad del mercado, podría superar los 50 céntimos por litro.
¿Qué es el ETS2 y por qué afectará al combustible?
Hasta ahora, el sistema de comercio de emisiones de la Unión Europea (ETS1) afectaba solo a grandes industrias y al sector eléctrico. El nuevo ETS2, enmarcado dentro del Pacto Verde Europeo, amplía su alcance al transporte por carretera, la navegación y la calefacción de edificios.
El funcionamiento es simple pero contundente: las empresas proveedoras de combustibles fósiles deberán comprar derechos de emisión por cada tonelada de CO₂ que generen los productos que venden. Ese coste, inevitablemente, se trasladará al consumidor final en las gasolineras.
La Comisión Europea ha fijado un precio inicial del carbono en 45 euros por tonelada, que, ajustado a la inflación, rondará entre 48 y 57 euros en 2027. Sin embargo, los analistas de BloombergNEF y Refinitiv estiman que, para 2030, este valor podría superar los 150 euros por tonelada, lo que haría que los carburantes se encarezcan de forma drástica durante la próxima década.
De la estabilidad al golpe en el surtidor
Actualmente, el precio medio del combustible en España se mantiene estable:
-
Gasolina 95: 1,48 €/litro
-
Diésel: 1,41 €/litro (datos de noviembre de 2025, Ministerio para la Transición Ecológica)
Sin embargo, con la llegada del ETS2, la situación cambiará radicalmente. Según cálculos oficiales de Bruselas, el litro de gasolina subirá 0,11 euros y el de diésel 0,13 euros solo por el nuevo coste del carbono. Pero en escenarios de alta demanda o encarecimiento del petróleo, la subida podría alcanzar los 0,50 euros por litro, lo que situaría el precio de la gasolina por encima de los 2 euros/litro en muchas estaciones.
Esto significa que llenar un depósito de 50 litros costará entre 5,50 y 25 euros más dependiendo del contexto de mercado.
Un golpe directo al bolsillo de los conductores españoles
Los datos de movilidad en España explican la magnitud del impacto. Según el portal CarVertical, el conductor medio en España recorre 29.017 kilómetros al año, el segundo dato más alto de Europa solo por detrás de Países Bajos.
Con un consumo medio de 6,5 l/100 km para gasolina y 5 l/100 km para diésel, el coste adicional del ETS2 se traducirá en:
-
+207 € al año para coches de gasolina
-
+188 € al año para coches diésel
Los profesionales del transporte o trabajadores que usan el vehículo a diario (por ejemplo, comerciales, sanitarios o técnicos de mantenimiento) podrían ver su gasto aumentado en más de 250 euros anuales. Y si el precio del carbono escala hasta los 150 €/t, el sobrecoste anual podría superar los 600 euros por conductor.
Por qué Bruselas impulsa esta medida
El objetivo del ETS2 es reducir las emisiones del transporte por carretera en un 62 % para 2030 respecto a los niveles de 2005. Actualmente, este sector representa el 22 % de todas las emisiones de CO₂ en la UE, una cifra que apenas ha mejorado en los últimos años pese al avance de los vehículos eléctricos.
La idea de la Comisión Europea es encarecer progresivamente los combustibles fósiles para acelerar la transición hacia vehículos eléctricos, híbridos enchufables e infraestructuras de hidrógeno verde.
Sin embargo, numerosos analistas y asociaciones de consumidores alertan de que la medida podría tener un impacto social regresivo, ya que afectará con más fuerza a familias rurales, autónomos y trabajadores que no disponen de alternativas reales de transporte público.
España, especialmente vulnerable
España parte de una situación compleja:
-
El 80 % de los desplazamientos laborales se hacen en coche.
-
Solo el 5 % de las viviendas cuentan con punto de carga para vehículos eléctricos.
-
Y el precio medio de un coche eléctrico nuevo supera los 37.000 euros, según datos de ANFAC.
Esto significa que la transición verde impuesta por la UE podría tardar más en implementarse en España que en países del norte de Europa, donde los incentivos fiscales y las redes de transporte público son mucho más robustas.
Además, el Gobierno español deberá decidir si aplicará reducciones fiscales temporales o ayudas directas para mitigar el impacto del ETS2, algo que por ahora no está definido.
El horizonte de 2030: pagar más por contaminar
El ETS2 no será una medida temporal. A partir de 2031, el sistema se fusionará con el actual ETS1, lo que unificará los mercados de emisiones industriales y de transporte. Según las previsiones del Banco Europeo de Inversiones (BEI), el precio del carbono podría superar los 100 euros por tonelada, consolidando un aumento estructural en el precio de los combustibles.
Esto significará que, en menos de cinco años, repostar un vehículo de combustión en España será un lujo progresivamente más caro, y el diferencial con los costes de recarga eléctrica será cada vez mayor.
Conclusión
A partir de 2027, los conductores españoles afrontarán una de las mayores subidas de precios del combustible de las últimas décadas.
El ETS2 pretende acelerar la transición ecológica, pero su impacto será inmediato y tangible: llenar el depósito será entre 5 y 25 euros más caro, y los hogares con más dependencia del coche serán los más perjudicados.
El mensaje de Bruselas es claro: el futuro del transporte será eléctrico o no será, pero el camino hacia esa meta, al menos en España, promete ser costoso y desigual.