Asia amanece dividida tras el inmovilismo del PBoC

Pekín mantiene el pulso y los mercados se parten en dos: Tokio sube con el yen débil y Hong Kong cede terreno

EPA-EFE/ALEX PLAV
El Banco Popular de China dejó sin cambios sus tipos de referencia —3,0% a un año y 3,5% a cinco— y los parqués asiáticos respondieron en direcciones opuestas: el Nikkei avanzó apoyado por un yen alrededor de 148 por dólar, el Kospi acompañó al alza y, en el otro lado, el Hang Seng y las plazas del continente recogieron beneficios. La sesión se mueve al ritmo de la cautela: China evita más estímulos por ahora y los inversores calibran qué viene después.

Asia-Pacífico arrancó la semana con un mensaje claro desde Pekín: no hay prisa por aflojar más. El Banco Popular de China mantuvo intacta su Loan Prime Rate por cuarto mes consecutivo, con el 3,0% a un año —referencia para la mayoría de los préstamos— y el 3,5% a cinco años, que guía las hipotecas. La decisión estaba ampliamente descontada por el mercado y llega después de que el banco central también optara por dejar estable su tasa de repos a siete días, una señal de continuidad mientras las autoridades miden el equilibrio entre apoyo al crecimiento y estabilidad del yuan.

Con ese telón de fondo, el ánimo fue mixto. En Japón, el Nikkei volvió a tirar del carro gracias a un yen más flojo frente al dólar —en torno a 148 por billete verde— que mejora el viento de cola para exportadoras y tecnológicas. La debilidad de la divisa convive con una narrativa de Banco de Japón gradualmente más restrictivo, pero sin prisa: para las bolsas, el ‘sweet spot’ de tipos reales aún acompaña.

Corea del Sur se sumó a las compras, en un mercado donde los grandes nombres de chips y electrónica siguen capitalizando el ciclo de la inteligencia artificial y el apetito global por semiconductores. Australia, por su parte, avanzó levemente, con los inversores rotando entre mineras y bancos a la espera de nuevas pistas de China —clave para las materias primas— y del pulso de la demanda en Estados Unidos tras el último recorte de la Fed.

La otra cara estuvo en Hong Kong y en la China continental. El Hang Seng cedió terreno —lastrado por inmobiliarias y algunos pesos pesados de internet— en vísperas de nuevos datos de precios en la ciudad, mientras Shanghai y Shenzhen suavizaron los avances recientes con tomas de beneficios. Las caídas reflejan la lectura de un PBoC que, a corto plazo, prefiere medidas selectivas antes que estímulos a gran escala, y dejan a los traders escudriñando señales sobre posibles recortes del coeficiente de reservas o ajustes finos más adelante en el año si las condiciones lo requieren.

Para el inversor europeo, la clave es doble. Primero, la decisión del PBoC confirma que China está pisando con cuidado: tipos en mínimos históricos, pero sin acelerar. Segundo, el movimiento del dólar sigue marcando la pauta: un billete verde algo más firme da oxígeno a Tokio y mantiene a raya el apetito por riesgo en el bloque chino. A partir de aquí, la atención girará a los próximos datos chinos de actividad y crédito, a la inflación en Hong Kong y, fuera de Asia, a cómo se reanima el debate de la Reserva Federal tras su último movimiento a la baja. Con el trimestre encarando su recta final, el mapa sugiere una Asia a dos velocidades… y un mercado que, más que celebrar, está calibrando.