Este pueblo de Madrid ya no vende adosados más baratos de 400.000 euros: "Antes de la pandemia valían casi la mitad"
Este pueblo de Madrid ya no vende adosados por menos de 400.000 euros y lo que antes costaba la mitad ahora es inaccesible para muchos vecinos ¿Quieres saber qué está pasando con los precios?
La pandemia dejó una huella profunda en el mercado inmobiliario español, y uno de los ejemplos más claros se encuentra en Collado Mediano, un municipio de la Comunidad de Madrid en plena Sierra de Guadarrama. Allí, el precio de cualquier vivienda con jardín —ya sea chalet, pareado o adosado— se ha disparado hasta cifras que hace apenas unos años parecían impensables.
De 250.000 a más de 420.000 euros en pocos años
Antes de 2020, adquirir un chalet en Collado Mediano era una opción relativamente accesible. Los precios rondaban los 250.000 euros, convirtiendo a la localidad en una alternativa atractiva para quienes buscaban espacio, naturaleza y tranquilidad a precios más bajos que en la capital.
Hoy, la realidad es muy distinta: no existe ninguna vivienda unifamiliar con jardín por debajo de los 420.000 euros, según confirman distintos portales inmobiliarios. En apenas un lustro, los precios han aumentado en más de 170.000 euros, lo que supone un encarecimiento cercano al 70%.
El efecto pandemia y la presión de la demanda
El confinamiento y el auge del teletrabajo cambiaron las prioridades de muchos compradores. El deseo de disponer de una casa con jardín, terraza y más metros cuadrados se tradujo en una demanda creciente en municipios de la sierra madrileña, disparando el precio de la vivienda en zonas como Collado Mediano, Alpedrete o Moralzarzal.
A este fenómeno se suma la especulación inmobiliaria, que ha elevado aún más los precios en un mercado ya tensionado por la falta de oferta y la presión de quienes buscan alejarse del núcleo urbano de Madrid.
Un futuro incierto para los compradores
El resultado es que Collado Mediano, un municipio tradicionalmente más asequible que sus vecinos de la sierra, se ha convertido en un lugar donde el acceso a la vivienda resulta cada vez más difícil para las familias locales. Lo que antes se podía comprar por poco más de 250.000 euros, hoy exige una inversión que supera los 420.000, y la tendencia apunta a que los precios seguirán en ascenso si no aumenta la oferta.
Mientras tanto, los vecinos ven cómo su entorno cambia rápidamente, con chalets cada vez más caros y un mercado dominado por la especulación. Una muestra más de cómo la crisis de la vivienda en España no solo afecta a las grandes capitales, sino también a pequeños municipios que, hasta hace poco, parecían ajenos a esta escalada.