RUSIA

Putin se inventa a su propio "Elon Musk" para crear un nuevo Starlink

Putin y Ali Khamenei

El director de la agencia espacial rusa Roscosmos, Dmitry Bakanov, confirmó este miércoles que Rusia está ultimando los detalles para lanzar al mercado su propio terminal de comunicaciones satelitales, una tecnología análoga al sistema Starlink desarrollado por SpaceX en Estados Unidos.

"Pronto tendremos nuestro propio terminal tipo Starlink. Es imperativo fabricar nuestro propio dispositivo satelital", declaró Bakanov en una entrevista televisiva.

Este anuncio llega en un contexto de creciente dependencia de las comunicaciones satelitales en el ámbito militar, donde tanto tropas ucranianas como rusas han utilizado tecnologías de conectividad desarrolladas en Occidente, principalmente las proporcionadas por empresas estadounidenses.

Un paso hacia la soberanía tecnológica

La decisión de desarrollar un sistema propio responde, según el jefe de Roscosmos, a la necesidad de reducir la dependencia de infraestructuras tecnológicas extranjeras en un momento de máxima tensión geopolítica. El conflicto en Ucrania ha puesto en evidencia la importancia estratégica de los sistemas de comunicación satelital, no solo para fines militares, sino también para garantizar conectividad en zonas remotas o afectadas por operaciones militares.

Starlink, propiedad de Elon Musk, ha sido utilizado ampliamente por las fuerzas ucranianas para coordinar movimientos, compartir inteligencia y mantener comunicaciones seguras incluso bajo ataques. Las autoridades rusas han denunciado en múltiples ocasiones el uso de sistemas satelitales occidentales con fines bélicos, lo que ha acelerado el impulso hacia soluciones autónomas dentro del país.

¿Qué se sabe del "Starlink ruso"?

Aunque Bakanov no dio detalles técnicos específicos ni un calendario concreto para su despliegue, sus palabras reflejan un cambio de estrategia dentro de Roscosmos. Hasta ahora, Rusia ha centrado sus esfuerzos satelitales en observación terrestre, navegación (GLONASS) y comunicaciones convencionales. Pero este nuevo proyecto apunta a crear un sistema de terminales móviles y de bajo coste, capaces de conectarse a constelaciones de satélites de órbita baja, siguiendo el modelo que ha convertido a Starlink en un actor dominante en el mercado global.

El desarrollo de este sistema podría implicar el despliegue de una red satelital nacional compuesta por decenas o cientos de satélites en órbita terrestre baja, así como el diseño de terminales accesibles para uso civil, institucional o militar.

Contexto de aislamiento tecnológico

Este movimiento también se enmarca dentro de una tendencia más amplia del gobierno ruso por fortalecer su autosuficiencia tecnológica, tras las sanciones internacionales impuestas desde 2022 por la invasión de Ucrania. El acceso a tecnologías occidentales ha sido fuertemente restringido, lo que ha motivado a Moscú a desarrollar alternativas propias en campos clave como la aviación, la electrónica, los semiconductores y, ahora, las telecomunicaciones espaciales.

El anuncio de Bakanov parece ir en línea con la estrategia del Kremlin de crear un ecosistema digital independiente, donde sistemas como el Internet nacional "RuNet" o plataformas locales de redes sociales sustituyan a las alternativas globales vetadas en el país.

Competencia directa con Starlink

De concretarse, el sistema satelital ruso competiría directamente con iniciativas como Starlink (SpaceX), Kuiper (Amazon) o OneWeb, aunque la capacidad tecnológica, de inversión y despliegue de Rusia está por detrás de los gigantes del sector privado occidental. Aun así, el objetivo principal de este proyecto no parece ser la comercialización global, sino garantizar control y acceso a comunicaciones seguras dentro del territorio ruso y en zonas de conflicto.

En tiempos de guerra, la conectividad es tan crucial como el armamento, y Rusia parece decidida a no depender de terceros en ese frente.