Diplomacia, minerales críticos y grandes acuerdos

Trump en Asia: pacta comercio, minerales raros y paz mientras parte rumbo a Japón

EPA/VINCENT THIAN / POOL
En su visita a Malasia, el presidente Donald Trump cerró importantes acuerdos comerciales sobre minerales críticos y acompañó la firma de un tratado de paz entre Tailandia y Camboya. Ahora se dirige a Japón en busca de un nuevo capítulo de influencia global.

El presidente Trump anunció desde Malasia que había firmado “acuerdos comerciales importantes y de tierras raras” y, sobre todo, que había participado en la firma del tratado de paz entre Tailandia y Camboya. “NO GUERRA! Millones de vidas salvadas”, escribió en su cuenta. Con esta combinación de diplomacia comercial y geopolítica, la visita se perfila como una estrategia de amplio alcance.

¡Por qué importa este viaje?

Primero, porque combina tres ejes: comercio, minerales críticos y resolución de conflicto. Los acuerdos comerciales abarcan a países del sudeste asiático que buscan diversificar cadenas de suministro y asegurar exportaciones, en un contexto global donde las tierras raras y minerales estratégicos se han vuelto esenciales para tecnología, defensa y energía. Según fuentes especializadas, Estados Unidos firmó acuerdos con Malasia, Camboya y Tailandia que implican cooperación en minerales críticos y acceso comercial preferente.
Segundo, porque la firma del tratado de paz entre Tailandia y Camboya refuerza el papel de EE.UU. como actor internacional capaz de mediar en conflictos tradicionales, lo que refuerza la imagen de Trump como “pacificador” global y abre nuevas dinámicas en la diplomacia asiática.

¿Qué significan los acuerdos comerciales?

En el caso de Malasia, el pacto incluye el compromiso de no imponer cuotas o prohibiciones a las exportaciones hacia EE.UU. de minerales críticos o tierras raras. Esto es clave cuando China ocupa una posición dominante en ese mercado, por lo que diversificar supone una ventaja estratégica para EE.UU.
En Camboya y Tailandia, los acuerdos conjugan reducción arancelaria, apertura comercial e inversiones en infraestructuras y tecnología estadounidense, lo que representa un salto cualitativo en su relación con Washington.
Estos movimientos se encuadran en la estrategia estadounidense de reforzar alianzas económicas en Asia en un contexto donde China busca ampliar su influencia en la región.

El componente de paz

La firma del tratado de paz entre Tailandia y Camboya puso el foco en un conflicto fronterizo que estalló en julio 2025 con enfrentamientos que costaron vidas y desplazaron a cientos de miles. El acuerdo fue firmado en Kuala Lumpur bajo mediación malaya y con la presencia de Trump.
Este logro añade una dimensión diplomática al viaje: no solo se trata de comercio, sino de estabilidad regional, lo que podría tener efectos positivos en clima de inversión, seguridad y relaciones internacionales más amplias.

Riesgos y preguntas que quedan

Aunque los acuerdos son ambiciosos, varios interrogantes permanecen:

  • ¿Se concretarán los compromisos en minerales y exportaciones? Muchas promesas quedan a la espera de implementación.

  • ¿La paz alcanzada entre Tailandia y Camboya será duradera? Las disputas históricas no desaparecen de la noche a la mañana y la verificación será clave.

  • ¿Qué papel jugará China en esta nueva dinámica regional? El acercamiento de EE.UU. a estos países puede provocar reacciones o competencias adicionales.

  • ¿Cómo se traducirá todo esto en beneficios reales para las economías involucradas y para los sectores industriales que dependen de minerales críticos?

¿Qué esperar ahora en Japón?

Con el siguiente destino en su agenda siendo Japón, Trump busca consolidar un eje asiático más amplio. Japón es clave tanto en tecnología como en defensa y puede convertirse en socio estratégico en este nuevo bloque económico-diplomático. La atención estará puesta en si Japón responde con acuerdos propios o con firmeza en minerales, tecnología y comercio bilateral.