Europa bajo tensión

La UE condena el ataque en la sinagoga de Manchester y alerta contra el auge del antisemitismo en Europa

EPA / ADAM VAUGHAN
El apuñalamiento en la Congregación Hebrea de Heaton Park durante Yom Kipur, que dejó dos muertos y tres heridos graves, desata condenas internacionales. Bruselas pide tolerancia cero ante el odio religioso mientras la policía británica investiga los vínculos del atacante.

Europa vuelve a sacudirse por un ataque contra la comunidad judía. El jueves, un hombre armado con un cuchillo irrumpió en la sinagoga de la Congregación Hebrea de Heaton Park, en Manchester, durante la celebración de Yom Kipur, la festividad más sagrada del calendario judío. El balance es trágico: dos personas murieron y al menos tres resultaron gravemente heridas antes de que el agresor fuera abatido por la policía en un enfrentamiento posterior.

La reacción internacional no se hizo esperar. La jefa de política exterior de la Unión Europea, Kaja Kallas, condenó enérgicamente el ataque, calificándolo de “espantoso” y recordando que en Europa no debe haber espacio para “el odio, el antisemitismo y la violencia”. En un mensaje publicado en la red X, Kallas insistió en que la UE seguirá trabajando con las comunidades religiosas para reforzar la seguridad y garantizar la libertad de culto.

La Embajada de Israel en el Reino Unido también denunció lo ocurrido, describiéndolo como “aborrecible y profundamente angustioso”. Líderes de la comunidad judía británica expresaron su temor por un repunte de ataques en un contexto de creciente tensión internacional, especialmente tras los últimos episodios de violencia en Oriente Medio.

La policía de Greater Manchester ha abierto una investigación para esclarecer los detalles del ataque y determinar si el agresor actuó solo o tenía conexiones con redes extremistas. Las autoridades británicas han reforzado la seguridad en lugares de culto judío en todo el país, mientras se multiplican los mensajes de solidaridad hacia la comunidad.

El atentado llega en un momento sensible para Europa, donde las denuncias por actos antisemitas han aumentado de forma significativa en los últimos años. Según el European Union Agency for Fundamental Rights (FRA), un tercio de los judíos europeos asegura haber sufrido hostigamiento o discriminación en el último lustro. El Reino Unido, en particular, registró en 2024 un récord de incidentes antisemitas, con más de 4.000 casos documentados por el Community Security Trust.

Para las instituciones europeas, lo ocurrido en Manchester es una llamada de atención. Bruselas subraya que los ataques contra lugares de culto no solo afectan a las víctimas directas, sino que socavan los valores democráticos de convivencia y pluralismo. El comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, recordó que la UE ya ha impulsado una estrategia para combatir el antisemitismo 2021-2030, que contempla mayor coordinación policial y programas educativos contra los discursos de odio.

En Reino Unido, el primer ministro Rishi Sunak expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y prometió “todo el peso de la ley” contra quienes promuevan violencia religiosa. La oposición laborista también mostró su solidaridad, insistiendo en que la cohesión social es la mejor respuesta frente al extremismo.

El ataque en la sinagoga de Manchester ha reabierto el debate sobre la seguridad en Europa y el papel de los gobiernos en la protección de minorías religiosas. Más allá de la condena, el desafío para las autoridades será garantizar que estos episodios no se conviertan en una tendencia recurrente.