Va a tasar su pulsera de oro con diamantes y se queda fría: "Como mucho vale 12 euros"
A veces, la emoción con la que se recibe una herencia puede desvanecerse en cuestión de minutos. Es lo que le ha ocurrido recientemente a una clienta que acudió a TuOroValeMás, uno de los comercios especializados en tasación de metales preciosos y joyería, con la intención de valorar una pulsera supuestamente valiosa.
La pieza, que había llegado a sus manos como parte de una herencia familiar, era una pulsera de oro con diamantes, o al menos eso creía. Como es habitual en estos casos, el personal de la tienda le explicó con claridad el proceso: primero se verifica si realmente es oro, y después se procede a pesar la joya en una báscula precintada y a la vista del cliente, para garantizar total transparencia.
Sin embargo, tras la inspección minuciosa, llegó el golpe de realidad. La pulsera no era de oro, sino de plata, y las piedras que parecían diamantes no eran más que circonitas, un material visualmente similar pero de valor muy inferior.
La diferencia de precio es abismal. Mientras que el oro se paga en función de su pureza y peso, con cotizaciones que pueden superar fácilmente los 30 euros por gramo, la plata se valora en torno a los 700 euros el kilo. En este caso concreto, la tasación apenas alcanzaba los 12 euros, un contraste brutal con las expectativas iniciales.
La atención por parte del personal fue correcta en todo momento, explicando cada paso del proceso con profesionalidad. Pero el desengaño fue inevitable: lo que parecía una joya valiosa resultó ser una pieza sin apenas valor de mercado.
Este tipo de situaciones no son infrecuentes. Muchas personas reciben piezas heredadas creyendo que tienen un alto valor económico, cuando en realidad se trata de bisutería o materiales más modestos. La tasación profesional, en este sentido, es la única forma segura de conocer su valor real.
Para quienes se encuentren en una situación similar, es recomendable acudir a establecimientos serios y transparentes, que ofrezcan el proceso completo a la vista del cliente. Aunque el resultado pueda no ser el esperado, al menos se evita caer en malentendidos o expectativas irreales.