Bolsas en rojo, cripto en pánico y foco en la salud animal

Claves del día: Bitcoin tiembla, la paz en Ucrania y tensión en Venezuela y alerta por la gripe A

Los mercados globales encaran un nuevo “lunes negro” con caídas en los índices tecnológicos y un desplome generalizado de las criptomonedas, mientras en el frente geopolítico se abre una semana clave para las negociaciones de paz en Ucrania y aumenta la tensión entre Estados Unidos y Venezuela. En paralelo, España y la Unión Europea activan todas las alarmas tras la reaparición de la peste porcina africana en la sierra de Collserola, un brote que no afecta al ser humano pero sí amenaza con un fuerte impacto económico sobre el sector porcino.

Bitcoin se desploma y arrastra a las tecnológicas en otro “lunes negro”

La semana arranca con un tono claramente risk-off en los mercados internacionales. El S&P 500 retrocede en torno a un 0,6 %, mientras el Nasdaq registra caídas cercanas al 0,9 %, reflejando la huida del riesgo en los valores de crecimiento tras el puente de Thanksgiving.

En el universo cripto, el golpe es aún más contundente. Bitcoin sufre una bajada aproximada del 4,5 % y se aleja del umbral psicológico de los 100.000 dólares para acercarse peligrosamente a la zona de los 82.000, un nivel que muchos analistas consideran crítico desde el punto de vista técnico. Activos como Ethereum, Cardano y otros grandes tokens marcan descensos de entre el 5 % y el 7 %, en un mercado dominado por el nerviosismo, la reducción de liquidez y las liquidaciones masivas asociadas al exceso de apalancamiento.

Este nuevo tramo bajista se produce tras semanas de volatilidad extrema y vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre la sostenibilidad del rally cripto, el papel de la demanda institucional y el impacto de un entorno de tipos todavía elevados y regulación en proceso de endurecimiento.

Semana decisiva para la paz en Ucrania

En el plano geopolítico, Estados Unidos afronta una semana crucial para la guerra en Ucrania. El enviado especial Steve Witkoff viaja a Moscú para reunirse con Vladimir Putin e intentar avanzar en un posible acuerdo de paz, después de las conversaciones celebradas en Florida entre Marco Rubio y representantes ucranianos.

El presidente estadounidense Donald Trump ha reiterado que no existe un plazo límite para presionar al Kremlin y ha insistido en que su único objetivo es detener un conflicto que, según sus propias cifras, habría dejado 27.000 muertos en las últimas semanas. Pese a estos mensajes, los analistas recuerdan que los obstáculos sobre el terreno y las exigencias de ambas partes hacen muy complejo un alto el fuego inmediato.

La tensión entre OTAN y Rusia también se cuela en la agenda. Lituania ha vuelto a cerrar su aeropuerto principal por la presencia de presuntos globos procedentes de Bielorrusia, un episodio que la Alianza Atlántica enmarca en la llamada “guerra híbrida” de Moscú. Los aliados estudian respuestas más contundentes, mientras crecen las preocupaciones por el riesgo de incidentes en el espacio aéreo europeo.

Venezuela: máxima tensión pese a la llamada entre Trump y Maduro

En paralelo, aumenta la tensión en Venezuela. El presidente Nicolás Maduro ha activado un plan defensivo que incluye 280 puntos estratégicos ante el escenario, que el propio régimen no descarta, de una hipotética intervención estadounidense.

Trump confirmó este domingo que mantuvo una conversación telefónica con Maduro, aunque evitó ofrecer detalles. Preguntado por si la llamada había sido positiva, se limitó a responder: «Yo no diría eso». También trató de apagar los rumores sobre una acción militar inminente al afirmar: «No, no le den demasiada importancia» a esa posibilidad.

Las declaraciones del presidente llegan poco después de que Washington ordenara el cierre del espacio aéreo sobre territorio venezolano, una medida que ha disparado las especulaciones sobre la siguiente fase de presión diplomática, económica y, eventualmente, militar sobre Caracas.

España en alerta por la reaparición de la peste porcina africana

Lejos de los mercados financieros y los focos bélicos, España lidia con una amenaza de otra naturaleza. Treinta y un años después, ha resurgido la peste porcina africana en la sierra de Collserola, concretamente en el municipio barcelonés de Cerdanyola del Vallès. Las autoridades han localizado 14 jabalíes muertos en la zona, de los cuales dos han dado positivo mientras se analizan el resto de muestras.

La Unidad Militar de Emergencias (UME) se ha desplegado para contener un brote que, aunque no afecta al ser humano, sí puede causar un grave daño económico por su impacto en las exportaciones de carne de porcino. El virus provoca lesiones hemorrágicas en piel y órganos internos y se transmite por contacto con fluidos, garrapatas y el propio comportamiento carroñero del jabalí, que actúa como amplificador natural de la enfermedad.

Bruselas y varios países importadores siguen la situación con extrema atención, conscientes de que un foco descontrolado en Cataluña podría tener consecuencias severas para una de las industrias porcinas más importantes de Europa. El gran desafío ahora es contener el brote en Collserola, evitar su expansión a otras zonas del territorio y preservar la confianza en un sector clave para la balanza comercial española.

Un arranque de semana marcado por el riesgo

En conjunto, las claves del día dibujan un arranque de semana en el que se mezclan presión financiera, tensión geopolítica y riesgo sanitario: los mercados digieren otro golpe a las tecnológicas y a las criptomonedas, la diplomacia se acelera en Ucrania, la relación entre Washington y Caracas se tensa pese a los contactos directos y España prueba la solidez de su sistema de vigilancia veterinaria.

Para los inversores, el reto pasa por separar ruido de señales y calibrar qué parte de este cóctel se traducirá en cambios duraderos en el apetito por el riesgo, las cadenas de suministro y las perspectivas de crecimiento a corto y medio plazo.