El desplome de Bitcoin supera el 5% y marca mínimos desde abril
Las criptomonedas profundizaron su caída este viernes, con Bitcoin dejándose más del 5% y cayendo a niveles no vistos desde el 11 de abril. El ajuste se produce en paralelo al retroceso del sector tecnológico en Wall Street —el Nasdaq 100 cayó más de un 2%— y vuelve a encender las alarmas sobre la sensibilidad del mercado cripto a los movimientos del riesgo global. Ethereum también se desplomó más de un 5%, mientras los inversores recalibran expectativas tras un mes especialmente adverso.
El mercado de las criptomonedas prolonga su tendencia bajista y confirma un giro brusco del sentimiento inversor. Bitcoin cayó un 5,22% hasta los 82.036 dólares, borrando semanas de avances y situándose en su nivel más bajo desde mediados de abril. La cifra, por sí sola, ya es relevante; pero el dato que más preocupa al mercado es otro: Bitcoin acumula un descenso del 24,59% en solo un mes, un retroceso que coloca a la mayor criptomoneda bajo una presión técnica considerable.
El desplome llega en un contexto de fuertes ventas en tecnología. La sesión anterior, el Nasdaq 100 cerró con un retroceso superior al 2%, reflejando un ajuste generalizado de valoración en empresas ligadas a inteligencia artificial, semiconductores y servicios digitales. La correlación entre activos de riesgo vuelve a hacerse visible: cuando el capital abandona la tecnología en bolsa, también suele reducir exposición en cripto, considerada por muchos como un “riesgo beta” aún mayor.
Ethereum siguió el mismo patrón, retrocediendo un 5,43% y cotizando en torno a 2.675 dólares. Aunque la segunda mayor criptomoneda del mundo ha mostrado en ocasiones más estabilidad relativa que Bitcoin, la corrección simultánea muestra que el movimiento actual es amplio y no selectivo: los inversores están recortando posiciones en bloque.
La caída rompe con la narrativa optimista que dominaba semanas atrás, impulsada por el avance regulatorio en varios países y por la expectativa de un ciclo alcista sostenido tras las entradas récord en productos institucionales. Sin embargo, el giro macro está pesando mucho más que los factores estructurales.
Factores que explican la caída
-
Aversión al riesgo global: la corrección del Nasdaq es el punto de partida. Cuando el mercado teme por tipos altos más tiempo o por debilidad de beneficios, el apetito por activos volátiles se reduce.
-
Toma de beneficios tras un rally prolongado: Bitcoin venía de un periodo de subidas históricas que dejó al mercado en zona de sobrecompra técnica.
-
Salidas de capital institucional: los movimientos de ETF y productos regulados han mostrado flujos más débiles en las últimas dos semanas.
-
Falta de catalizadores inmediatos: no hay, en el corto plazo, un evento equivalente a un halving, aprobación masiva de ETF o gran anuncio institucional que pueda frenar la corrección.
¿Corrección sana o señal de debilidad profunda?
Los analistas están divididos. Para algunos, esta caída encaja con la volatilidad habitual del mercado cripto y podría ser simplemente una fase de consolidación necesaria antes de volver a probar máximos. Para otros, el retroceso del 25% en un mes es una señal de que la estructura alcista empieza a debilitarse y que el mercado puede buscar niveles más bajos antes de rebotar.
La clave está en el comportamiento de los inversores a corto plazo: si las ventas se estabilizan y el soporte técnico alrededor de los 80.000 dólares se mantiene, Bitcoin podría evitar una caída más profunda. Si se pierde ese nivel, los modelos técnicos apuntan a zonas de soporte entre 76.000 y 73.000 dólares.
Ethereum, por su parte, vigila la barrera psicológica de los 2.500 dólares, un nivel que ha funcionado en el pasado como punto de apoyo para rebotes significativos.
La visión de mercado
A pesar de la volatilidad, el sentimiento a largo plazo no ha cambiado sustancialmente. Fondos institucionales siguen mostrando interés estructural en Bitcoin como activo alternativo, y la adopción empresarial continúa expandiéndose, aunque a menor ritmo. Sin embargo, a corto plazo, la prioridad es otra: navegar la tormenta de riesgo global, marcada por la incertidumbre monetaria, la rotación sectorial y la creciente sensibilidad del mercado a cualquier señal de desaceleración.
El mensaje para el inversor cripto es claro: el ciclo alcista no ha muerto, pero la fase de corrección es seria. Y mientras Wall Street siga temblando, las criptomonedas seguirán reaccionando como el termómetro más sensible del riesgo.