El Dow Jones abre en verde pero el Nasdaq cede lastrado por AMD en plena avalancha de datos
La sesión del martes arranca con Wall Street dividido: mientras el Dow Jones sube un 0,28% en la apertura, el Nasdaq 100 cae un 0,41% y el S&P 500 retrocede un 0,12%, con los inversores digiriendo nuevos datos de precios de la vivienda, inflación de productor y ventas minoristas. En bolsa, el foco lo acapara AMD, que se desploma un 7,02% tras informaciones que apuntan a que Meta quiere invertir miles de millones en los chips de IA de Google, reavivando las dudas sobre el liderazgo de algunos pesos pesados del sector.
Los principales índices estadounidenses abrían la jornada del martes con signo dispar, reflejando un mercado mucho más selectivo tras el fuerte rally de las últimas sesiones. A las 9:30 a.m. ET, el Nasdaq 100 perdía un 0,41% y el S&P 500 se dejaba un 0,12%, mientras que el Dow Jones Industrial Average avanzaba un 0,28%, apoyado en valores industriales y defensivos que resisten mejor la digestión de los nuevos datos macroeconómicos.
La apertura llega marcada por una cascada de referencias económicas: los inversores analizan las últimas cifras de precios de la vivienda, la inflación de los precios de producción (PPI) y las ventas minoristas, tres indicadores clave para medir la salud del consumidor estadounidense y la presión inflacionista aguas arriba. Más tarde se publicarán también los datos de confianza del consumidor y los inventarios empresariales, que ayudarán a completar la fotografía del momento del ciclo.
En paralelo, el mercado mira de reojo a los resultados empresariales. Dell y HP presentarán sus cuentas trimestrales al cierre de la sesión, unas cifras que servirán para calibrar el tono real de la demanda de PC, servidores y equipamiento ligado a la nube, en un contexto en el que la inteligencia artificial está cambiando las prioridades de inversión de muchas compañías.
El gran protagonista negativo en el arranque es Advanced Micro Devices (AMD). El fabricante de semiconductores se situaba como peor valor del Nasdaq 100 y del S&P 500, con un desplome del 7,02% después de que un informe señalara que Meta Platforms está en conversaciones para invertir miles de millones de dólares en los chips de IA de Google. El movimiento se interpreta como un posible golpe al reparto de poder en el ecosistema de hardware de IA, donde AMD y Nvidia se estaban disputando el espacio dominante junto a otros grandes proveedores.
La lectura para la bolsa es clara: el mercado empieza a recalibrar expectativas sobre quién capturará de verdad las grandes oleadas de gasto en inteligencia artificial. Cualquier noticia que apunte a que las big tech podrían apoyarse más en soluciones internas o en acuerdos estratégicos con un actor concreto se traduce en movimientos bruscos en fabricantes como AMD, muy expuestos a cambios de narrativa.
En el lado positivo del tablero, el Dow Jones se desmarca del tono más débil del Nasdaq. A la misma hora, el índice sumaba un 0,28%, con Honeywell International subiendo en torno a un 1,31% y actuando como uno de los principales soportes del selectivo. La rotación hacia valores industriales y de calidad sugiere que parte del dinero está buscando refugio relativo fuera de la tecnología más sensible a titulares sobre IA, después de semanas de fuerte volatilidad en el sector.
En el mercado de divisas, el dólar arrancaba la sesión con cierta debilidad. El euro ganaba un 0,30% frente al billete verde, hasta los 1,15561 dólares a las 3:29 a.m. ET. Un dólar algo más flojo suele ser un viento de cola para las multinacionales estadounidenses, que mejoran sus ingresos en el exterior al convertirlos de vuelta a la divisa local, aunque también refleja la percepción de que la Reserva Federal podría estar más cerca de un ciclo de recortes de tipos, algo que el mercado viene descontando con fuerza.
En conjunto, la jornada arranca con un mensaje mixto para los inversores: los índices se toman un respiro tras el rally, la tecnología vuelve a concentrar el riesgo y la macroeconomía sigue marcando el ritmo. La clave, a corto plazo, será cómo encaje Wall Street el conjunto de datos del día y si el flujo de resultados empresariales confirma —o matiza— la narrativa de desaceleración suave que ahora mismo sostiene a la renta variable.