El Dow Jones se dispara 651 puntos y marca récord junto al S&P 500
La euforia regresó a Wall Street con un rally que no fue para todos: el Dow Jones se disparó 651 puntos y el S&P 500 marcó máximos históricos apoyados en la rotación hacia financieras, mientras el Nasdaq se descolgó por el castigo a Oracle y el temor a que la inversión masiva en inteligencia artificial tarde más en convertirse en beneficios.
El Dow Jones firma récord con un salto de 651 puntos mientras el Nasdaq se atasca
Wall Street cerró el jueves con un mensaje de rotación clara y un rally selectivo: el Dow Jones se disparó 651,37 puntos (en torno a +1,36%) hasta 48.709,12 y el S&P 500 sumó 14,34 puntos (+0,21%) para terminar en 6.902,19, ambos en máximos históricos. El contraste lo puso el Nasdaq Composite, que cedió 60,30 puntos (aprox. -0,25%) y cerró en 23.597,26, arrastrado por el golpe a Oracle y el repunte del nerviosismo en torno a la monetización de la inteligencia artificial.
La lectura del mercado: la Fed recorta, pero el dinero busca visibilidad
El telón de fondo sigue siendo la Reserva Federal. Con el mercado aún digiriendo su último recorte de tipos y la idea de que el banco central pretende mantener margen de maniobra, muchos inversores optaron por reforzar exposición a sectores con mayor visibilidad de beneficios. Ese movimiento se reflejó en el avance del Dow y del S&P 500, impulsados por financieras y compañías ligadas al ciclo, mientras el tecnológico se quedó sin gasolina.
El matiz es importante: la sesión no fue una “fiesta” de riesgo indiscriminada. Fue una apuesta táctica por activos que pueden defender márgenes y caja en un entorno donde el precio del dinero baja, pero el mercado no asume que ese proceso vaya a ser lineal ni rápido en 2026.
Oracle reabre el debate: mucho capex, ¿pero cuándo llega el retorno de la IA?
La gran protagonista negativa fue Oracle, que terminó con caídas de doble dígito después de que sus previsiones trimestrales quedaran por debajo de las estimaciones y, sobre todo, tras elevar sus previsiones de gasto anual. El mercado interpretó ese mensaje como una señal incómoda: la inversión en infraestructura de IA puede tardar más de lo previsto en traducirse en beneficios tangibles.
El golpe se contagió al sentimiento sobre el universo de infraestructuras de IA, justo cuando muchos valores llegaban con valoraciones exigentes. La pregunta que reaparece es la misma que recorre los parqués desde hace meses: ¿estamos ante un ciclo de inversión legítimo, pero más largo y caro de lo que se descontaba? Para algunos gestores, el riesgo no es la tecnología en sí, sino el ritmo de retorno y la presión financiera de modelos que requieren capex sostenido.
Financieras al frente: Visa, JPMorgan y Goldman empujan el récord
Con la tecnología perdiendo tracción, el mercado se apoyó en los pesos pesados financieros. Visa avanzó junto a otras firmas de pagos, mientras JPMorgan y Goldman Sachs también cerraron en positivo, contribuyendo al impulso del Dow. La lectura es coherente con una sesión de rotación: entradas en compañías con capacidad de generar beneficios más “medibles” y menor dependencia de promesas a largo plazo.
En términos de narrativa, el rally del Dow sugiere que Wall Street intenta equilibrar exposición: seguir dentro del mercado, sí, pero con un sesgo hacia sectores que pueden aguantar mejor un entorno de inflación vigilada y crecimiento moderado.
Dato laboral y temperatura del ciclo: señales mixtas, sin romper el guion
En el frente macro, el Departamento de Trabajo mostró que las solicitudes de subsidio de desempleo subieron a 236.000 en la semana finalizada el 6 de diciembre, por encima de las 220.000 esperadas. No fue un dato “dramático”, pero sí alimenta la idea de que el mercado laboral se enfría gradualmente. Ese es, precisamente, el tipo de escenario que la Fed observa: desaceleración sin colapso, suficiente para justificar un recorte, pero no tanto como para garantizar una senda agresiva de bajadas.
Por eso, el mercado pudo marcar récords sin que el optimismo se desbordara: la sesión premió la rotación hacia calidad y caja, en vez de extender el rally tecnológico a cualquier precio.
Disney y OpenAI: un titular que alivia, pero no despeja el ruido
En paralelo, el mercado recibió un estímulo simbólico para el sector: Walt Disney subió tras anunciar una inversión de 1.000 millones de dólares en OpenAI. El anuncio se interpretó como un gesto de validación industrial para la IA generativa aplicada a contenido y entretenimiento, y como un recordatorio de que el interés corporativo por integrar IA en modelos de negocio reales sigue acelerando.
Aun así, el contraste con Oracle fue evidente: el mercado distingue entre alianzas estratégicas y la realidad del capex. En el corto plazo, la sesión deja un mensaje contundente: el Dow Jones puede seguir marcando máximos con la banca tirando del mercado, pero el Nasdaq necesitará resultados —no solo narrativa— para recuperar el liderazgo sin sobresaltos.