El Dow Jones se hunde 500 puntos y reaviva el interés por el oro y la plata
Wall Street encadenó una nueva sesión de ventas que dejó al Dow Jones con un desplome de 500 puntos, y caídas superiores al 1% en el S&P 500 y el Nasdaq, en medio de una extensión de la venta masiva de valores tecnológicos y un enfriamiento de las esperanzas de recortes de tipos de interés. En paralelo, el mercado del oro y la plata vuelve a ganar protagonismo: las últimas métricas de valoración, actualizadas al 14 de noviembre de 2025, sugieren que los metales preciosos están lejos de los niveles de sobrevaloración vistos en ciclos anteriores, pese al repunte de precios.
Mientras la renta variable sufre por la combinación de tipos elevados durante más tiempo y resultados decepcionantes en algunas grandes tecnológicas, distintos analistas revisan sus modelos para valorar el recorrido del oro y la plata. Tres indicadores —la revalorización ajustada por oferta monetaria desde los máximos de 1980, el ratio oro/plata y el ratio Dow/oro— apuntan a que el actual mercado alcista de los metales, si bien avanzado, no habría entrado aún en su fase parabólica final.
Venta masiva en Wall Street
La sesión en la que el Dow Jones perdió 500 puntos se ha interpretado como un episodio más de la rotación fuera de los valores de crecimiento, especialmente del sector tecnológico, que llevaba meses liderando las subidas. El S&P 500 y el Nasdaq cedieron más de un 1%, reflejando un ajuste más amplio en los índices de referencia.
El telón de fondo es una Reserva Federal percibida como menos dispuesta a recortar tipos en el corto plazo, en un contexto de inflación todavía por encima de los objetivos oficiales. Esta combinación enfría las expectativas de liquidez abundante que habían sostenido las valoraciones de las grandes tecnológicas y aumenta el atractivo relativo de activos reales como el oro y la plata, considerados refugios en fases de turbulencia.
Oro y plata como refugio
En episodios de corrección bursátil, los flujos de inversión tienden a desplazarse hacia activos que preserven valor. El oro mantiene históricamente ese papel, mientras que la plata combina su condición de metal precioso con un fuerte componente industrial, lo que la hace más volátil pero también más sensible a fases de euforia final en los ciclos alcistas.
El debate actual no es solo si oro y plata pueden seguir subiendo, sino si están caros o baratos en términos históricos. Para responder a esa pregunta, algunos analistas han actualizado sus métricas de valoración con datos a 14 de noviembre de 2025, comparando los niveles actuales con los máximos del gran mercado alcista de principios de los años ochenta.
Métrica 1: revalorización ajustada por oferta monetaria
La primera métrica parte de los picos del mercado alcista secular de 1980, cuando el oro alcanzó los 850 dólares por onza y la plata llegó a 49,45 dólares. En lugar de tomar esas cifras de forma nominal, se ajustan por el crecimiento de la oferta monetaria M2 desde enero de 1980 hasta hoy, utilizando como factor la proporción:
Oferta monetaria M2 actual / M2 de enero de 1980 ≈ 13.
Aplicando ese multiplicador de aproximadamente 13 veces, el equivalente actual del pico de 1980 para el oro se sitúa entre 7.670 y 11.050 dólares por onza, mientras que para la plata el rango equivalente iría de 429 a 647 dólares por onza. Es una banda dinámica: a medida que crece M2, estos objetivos teóricos se desplazan al alza.
El uso de M2 no es la única opción —podrían emplearse otras métricas como M0—, pero sirve como referencia para contextualizar los precios actuales en un entorno monetario muy distinto al de hace cuatro décadas. Bajo este enfoque comentan los analistas que el mercado estaría lejos de replicar la magnitud real del rally de 1980.
Métrica 2: ratio oro/plata, lejos de la euforia
La segunda métrica clave es el ratio oro/plata, es decir, el cociente entre el precio del oro por onza y el precio de la plata por onza. Históricamente, en la fase parabólica final de los grandes mercados alcistas, la plata tiende a superar al oro, haciendo que este ratio caiga con fuerza hasta la zona de 15:1 – 16:1.
Entrar en ese rango se interpreta como una señal de posible sobreexposición y de etapa tardía del ciclo, un momento en el que algunos inversores optan por reducir posiciones —por ejemplo, vendiendo parte de sus Libertads, American Silver Eagles o participaciones en ETFs de plata— para asegurar beneficios. En el estallido de 1980, el ratio se desplomó rápidamente hasta 15:1 antes de girar.
Con datos actualizados, el ratio se sitúa hoy en torno a 80,63, un nivel que sugiere a los inversores que la plata no ha iniciado todavía ese tramo de sobre-rendimiento extremo frente al oro. Desde esta perspectiva, el mercado estaría lejos de la euforia típica del final de ciclo, pese a la reciente subida de precios.
Métrica 3: ratio Dow Jones/oro
La tercera métrica cruza la renta variable estadounidense con el metal refugio por excelencia: el ratio Dow/oro, que compara el nivel del índice Dow Jones con el precio del oro por onza. En los grandes puntos de inflexión históricos se ha observado una convergencia hacia una relación 1:1, interpretada como señal de máximos en la valoración relativa de la bolsa frente al oro.
El análisis de largo plazo advierte de un posible patrón de megáfono: cada nuevo mercado alcista secular del Dow Jones ha terminado con un máximo más alto en el ratio Dow/oro. Existe incluso la hipótesis de que, en un escenario extremo, la relación pudiera caer por debajo de 1:1, algo sin precedentes desde la creación de la Reserva Federal en 1913. Sin embargo, por prudencia, muchos analistas continúan utilizando 1:1 como referencia de posible sobrevaloración.
En el momento actual, el ratio se sitúa en torno a 11,55, muy lejos de esa zona crítica. La lectura para los inversores y analistas es clara: aun con caídas como la de los 500 puntos en el Dow, la renta variable sigue cara en términos históricos cuando se la compara con el oro, lo que refuerza la tesis de que el movimiento de los metales podría tener aún recorrido si se repiten los patrones de ciclos anteriores.
Señales de ciclo y acceso masivo
Más allá de estas tres métricas, el análisis incluye consideraciones sobre la demanda minorista y la oferta de productos de inversión. Intentos previos de incorporar una mayor exposición a oro y plata en planes como los 401(k) fueron rechazados, bajo el argumento de que una comercialización extensa de estos vehículos podría “contaminar la señal” e indicar que el mercado alcista entra en su fase final.
La lógica de los especialistas es que, cuando las masas comienzan a invertir de forma generalizada en metales, suelen hacerlo primero a través de monedas soberanas muy conocidas: en Estados Unidos, las American Silver Eagles; en Asia, los Pandas chinos; y, con el tiempo, a través de productos cada vez más especializados. La percepción de que los metales están de moda, acompañada de una oferta masiva de fondos y productos empaquetados, suele coincidir con etapas tardías de ciclo.
En este contexto, los expertos subrayan que las métricas actuales muestran un mercado alcista avanzado pero no agotado, con ratios y valoraciones aún lejos de los extremos históricos.
Precios en eBay y presión alcista por el spot
El mercado secundario ofrece una referencia adicional sobre el comportamiento de estas piezas. En eBay, plataforma con uno de los mayores tamaños de muestra y transacciones más recientes, se observan precios al alza para la Libertad de Plata 2016:
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10 de noviembre: ventas en torno a 60 dólares.
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10 de noviembre: otra referencia en 65,80 dólares.
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10 de noviembre: operación a 65 dólares, con un lote de 20 monedas adjudicado por 1.264 dólares.
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7 de noviembre: cierre de subasta en 59,95 dólares.
Estos datos apuntan a los expertos a ver un debate de una tendencia ascendente ligada en buena parte al aumento del precio spot de la plata. A medida que el metal sube, el mercado ajusta los precios de las monedas certificadas, incluso en emisiones consideradas abundantes, lo que refuerza la idea de un interés creciente por la plata física en un entorno de volatilidad bursátil.
Perspectivas de los analistas: volatilidad en bolsa y ciclo abierto en metales
La combinación de una venta masiva en tecnología, caídas notables en los grandes índices —con un Dow Jones cediendo 500 puntos— y la desaparición gradual de las esperanzas de recortes de tipos ha devuelto a los metales preciosos al centro del debate entre inversores.
Las tres métricas de valoración de los mismos —repreciación de los máximos de 1980 ajustados por M2, ratio oro/plata y ratio Dow/oro— indican que, pese a las subidas, el mercado del oro y la plata está lejos de los extremos históricos asociados a picos de burbuja. Al mismo tiempo, la evolución de productos físicos como la Libertad de Plata 2016 y el comportamiento de precios en plataformas como eBay podrían mostrar que la demanda minorista empieza a ganar tracción.