Dow Jones se hunde 800 puntos tras el desplome de Nvidia mientras crece el temor a que la Fed frene los recortes de tasas
Wall Street vivió una de sus jornadas más tensas de las últimas semanas, marcada por el desplome de Nvidia y un renovado temor a que la Reserva Federal pueda frenar el ritmo de los recortes de tasas previstos para finales de año. La volatilidad volvió a instalarse entre los inversores, que siguen digiriendo señales contradictorias sobre la salud de la economía estadounidense y la evolución de la inflación.
El contexto no ayudaba. Tras 43 días de cierre gubernamental —el más largo de la historia—, la reapertura del Gobierno estadounidense permitió reactivar la publicación de datos económicos, pero también devolvió al mercado una incertidumbre que llevaba semanas contenida. Junto a esto, varios responsables de la Fed han manifestado en los últimos días sus reservas sobre la conveniencia de continuar con nuevas bajadas de tasas, insinuando que podrían no apoyar un movimiento de relajación monetaria en diciembre.
La probabilidad de un recorte en el último tramo del año, que días atrás rozaba niveles altos, cayó ahora a alrededor del 50 %, según las principales herramientas de seguimiento del mercado. El cambio de tono de la Fed se debe, en parte, a la persistencia de presiones inflacionarias y a señales de estabilidad en el mercado laboral, a pesar de que Estados Unidos ya ha aplicado dos reducciones de tasas durante 2025.
Jake Dollarhide, director ejecutivo de Longbow Asset Management, resumió los temores del mercado: “La pregunta fundamental es si la inflación arancelaria es transitoria. Sea así o no, esa es la razón por la que algunos gobernadores no quieren recortar. Y en cualquier caso, es una apuesta arriesgada”.
Las dudas sobre la política monetaria fueron suficientes para desencadenar una ola de ventas, especialmente concentrada en los sectores más sensibles a las expectativas de crecimiento: las tecnológicas. Nvidia, que ha sido el símbolo más visible del boom inversor alrededor de la inteligencia artificial, lideró las caídas. Tesla y Broadcom también sufrieron un descenso acelerado, arrastrando al Nasdaq y al S&P 500 a pérdidas abruptas.
El S&P 500 cerró con una caída del 1,65 %, con un retroceso de 113,05 puntos hasta situarse en 6.737,87 unidades. El Nasdaq Composite se hundió un 2,28 % tras perder 532,74 puntos y finalizar en 22.873,72. El Dow Jones Industrial Average, que venía de dos sesiones consecutivas de récords históricos, cedió un 1,64 % al caer 797,29 puntos.
La presión sobre la tecnología contrastó con el comportamiento de otros sectores. Mientras las grandes empresas de IA sufrían, algunos inversores buscaron refugio en áreas más tradicionales como la salud, beneficiando parcialmente al Dow a principios de semana. Sin embargo, ni ese impulso residual fue suficiente para evitar el revés del jueves.
Más allá de la tecnología, también hubo movimientos corporativos destacables. Walt Disney se desplomó tras advertir sobre un posible conflicto prolongado con YouTube TV por la distribución de sus canales de cable, una disputa que podría afectar sus ingresos de forma significativa. En contraste, Cisco Systems logró avanzar después de elevar sus previsiones anuales de ingresos y beneficios, impulsada por un aumento en la demanda de equipos de redes.
El nerviosismo se mantendrá mientras el mercado espera nuevas intervenciones de funcionarios de la Fed y publicaciones clave que podrían definir el rumbo de la política monetaria. Por ahora, el mensaje dominante es claro: el optimismo desbordado por la inteligencia artificial está cediendo terreno ante un escenario económico en el que el freno de la inflación aún no está garantizado.
En una jornada donde los gigantes tecnológicos volvieron a recordar que también pueden caer, los inversores pasan página con una mezcla de cautela y resignación, conscientes de que la volatilidad seguirá siendo la norma mientras la Reserva Federal mantenga sus cartas tan cerca del pecho.