El Dow Jones sube un 0,6% y Wall Street salva la sesión corta pese al apagón de futuros del CME
Los principales índices de Wall Street cerraron la sesión reducida de este viernes con subidas generalizadas, después de que CME Group reanudara la negociación tras un fallo de refrigeración en los centros de datos de CyrusOne que paralizó durante horas los futuros y opciones sobre acciones, divisas y materias primas. El Dow Jones avanzó un 0,6%, mientras el Nasdaq 100 ganó un 0,78% y el S&P 500 sumó un 0,54%, con Intel disparada más de un 10% y grandes valores como Amazon, IBM y JPMorgan entre los mejores del día, en un contexto todavía marcado por las apuestas de recorte de tipos de la Fed y la falta de una confirmación formal de que la incidencia técnica esté totalmente resuelta.
Wall Street se sobrepone al apagón y cierra en positivo
La jornada bursátil en Estados Unidos, ya de por sí abreviada por el festivo de Acción de Gracias, terminó con un balance claramente positivo para los tres grandes índices. A las 13:00 horas ET, hora del cierre, el Dow Jones Industrial Average subió en torno a un 0,6%, apoyado en el buen comportamiento de Amazon, International Business Machines (IBM) y JPMorgan Chase, que repuntaron en torno a un 1,77% cada uno.
El Nasdaq 100 avanzó en torno a un 0,78%, y el S&P 500 sumó aproximadamente un 0,54%, confirmando que, una vez reabiertos los mercados de derivados, los inversores optaron por mantener el sesgo alcista con el que habían encarado el final de la semana.
La gran protagonista del día fue Intel, que se disparó en torno a un 10,28% tras trascender señales de que podría cerrar una alianza de chips con Apple, un movimiento que el mercado interpreta como un espaldarazo a su posición en la carrera de los semiconductores.
En el mercado de divisas, el euro se apreció ligeramente, avanzando alrededor de un 0,08% frente al dólar hasta situarse en la zona de 1,1604 dólares al filo del cierre de Wall Street, reflejando un tono algo más constructivo hacia los activos de riesgo globales.
Un fallo de refrigeración que congeló los futuros
El cierre en verde llega después de un episodio inédito: un fallo en el sistema de refrigeración de los centros de datos de CyrusOne, en el área de Chicago, obligó a CME Group a detener durante horas la negociación de futuros y opciones sobre índices estadounidenses, materias primas, divisas y otros activos.
La caída de la plataforma Globex dejó sin referencias clave a operadores de todo el mundo en plena jornada de bajo volumen, lo que generó tensión y confusión en los primeros compases del día. Aunque el grupo ha informado de que “todos los mercados de CME Group están abiertos y negociando”, todavía no ha emitido una confirmación formal de que la incidencia técnica está completamente resuelta, según fuentes internas citadas por distintos medios.
Pese a ese matiz, las temperaturas en el datacenter de Aurora se han estabilizado y la operativa se ha normalizado progresivamente, permitiendo que los índices al contado completaran la sesión sin grandes sobresaltos adicionales.
Sesión corta, poca liquidez y apuesta por el “risk on”
El contexto tampoco ayudaba: se trataba de una sesión reducida, con cierre a las 13:00 horas ET, lo que implica menos liquidez y una mayor sensibilidad a cualquier noticia técnica o macroeconómica. En este escenario, el hecho de que el mercado haya logrado cerrar en terreno positivo apunta a que los inversores siguen confiando en la narrativa dominante de las últimas jornadas:
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Apuestas crecientes a un recorte de tipos de la Reserva Federal en diciembre, que suavizaría las condiciones financieras.
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Un rally de final de mes que busca encadenar varios días de subidas tras un noviembre volátil pero con saldo menos negativo de lo temido.
La combinación de rebote tras el susto técnico, expectativas de política monetaria más acomodaticia y algunas sorpresas corporativas positivas ha sido suficiente para sostener las compras, a pesar de la interrupción en los futuros y del ruido alrededor de la infraestructura del mercado.
Tecnología y bancos tiran del carro pese a las dudas
Dentro del Dow Jones y del S&P 500, el protagonismo recayó en tecnología y gran banca. El salto de Intel marcó la pauta en el segmento de semiconductores, en un momento en el que el mercado sigue muy atento a cualquier movimiento estratégico ligado a la inteligencia artificial y la cadena de suministro de chips.
Por su parte, valores como JPMorgan, Amazon o IBM apuntalaron el avance de los índices, reflejando un apetito moderado por el riesgo tras constatar que el apagón del CME no se convertía en un evento sistémico. El hecho de que los índices hayan cerrado en zona alta de la sesión, pese a la menor duración del horario y la resaca del fallo técnico, envía una señal de confianza relativa en la capacidad del mercado para absorber sobresaltos operativos.
Un aviso sobre la fragilidad de la infraestructura de mercado
Más allá del cierre en positivo, el episodio deja una lección incómoda: los mercados financieros globales dependen cada vez más de pocos nodos tecnológicos críticos, de forma que un fallo en un sistema de refrigeración puede desencadenar un apagón global de futuros y opciones. Reguladores, operadores y participantes tendrán ahora que evaluar si la redundancia y los planes de contingencia son suficientes para evitar que un incidente similar provoque, en el futuro, un episodio de volatilidad más grave.
Por ahora, la foto final del día es la de un Wall Street que consigue cerrar en verde, con el Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq 100 avanzando y los metales preciosos y el dólar ajustando posiciones al compás de las expectativas sobre la Fed. El verdadero examen llegará cuando, más allá de un susto técnico en un día festivo, el mercado tenga que enfrentarse a datos macro y decisiones de tipos que ya no se puedan atribuir a un problema de refrigeración.