Tecnología, banca, retail y viajes se someten al “examen consumo” de Wall Street

El Dow Jones en la cuerda floja: la semana de resultados que puede cambiarlo todo en Bolsa

FR WALL STREET WASHINGTON El Dow Jones en la cuerda floja: la semana de resultados que puede cambiarlo todo en Bolsa

Wall Street entra en una de esas semanas que no solo mueven gráficos, sino relatos. Los resultados que presentarán gigantes como Zoom, Alibaba, Best Buy, NIO, Julius Baer, Dell o easyJet no son una cita más del calendario corporativo: son una radiografía en tiempo real de cómo llega el consumidor global a la recta final del año, tras meses de tipos altos, crédito más caro y ahorro agotado en muchos hogares. De lo que digan –y sobre todo de lo que guíen– dependerá si el mercado sigue comprando la historia de la “resiliencia” o empieza a descontar un frenazo más serio.

Los inversores afrontan los próximos días con una sensación incómoda: ya no basta con mirar el beneficio por acción, ahora cada presentación de resultados es casi una consulta psicológica al consumidor mundial. Y el panel de pacientes que llega a la camilla esta semana no puede ser más revelador.

Por un lado, Julius Baer ofrecerá pistas sobre la salud de los grandes patrimonios europeos y latinoamericanos: si los ricos empiezan a ajustar riesgo, la señal para el resto del mercado es clara. Al mismo tiempo, Zoom pondrá cifras al desgaste de la economía del teletrabajo y las suscripciones: el mercado espera unos ingresos trimestrales en torno a los 1.210 millones de dólares, apenas un crecimiento del 3% interanual. Un avance modesto que, si llega acompañado de un tono prudente en el guidance, puede alimentar la idea de que la gran ola del “work from home” ya ha dado casi todo lo que tenía que dar.

El examen del consumo masivo llegará con Best Buy, uno de los termómetros más finos del gasto en electrónica y hogar en Estados Unidos. Los analistas apuntan a un beneficio por acción cercano a 1,31 dólares, un 4% más que hace un año, y unos ingresos de casi 9.600 millones, apenas un 1,4% al alza. Traducido: el consumidor sigue comprando, pero lo hace con freno de mano y pendiente de las promociones. Si la compañía reconoce más presión en márgenes o un cliente cada vez más sensible al precio, el mensaje será claro para el resto del sector retail en plena temporada de compras.

En paralelo, Alibaba juega otra liga: la de la confianza en el consumidor chino y, por extensión, en la segunda economía del mundo. El mercado espera unos 34.430 millones de dólares en ingresos trimestrales, apenas un 2,17% más que el año anterior. No es una cifra menor, pero sí lo suficientemente tibia como para que cualquier comentario sobre debilidad en consumo interno, competencia feroz o regulaciones vuelva a encender las alarmas sobre la verdadera velocidad de China.

El capítulo de la “nueva movilidad” lo escribe NIO, el fabricante chino de vehículos eléctricos, que presentará resultados el mismo día que Best Buy. Sus ingresos previstos rondan los 3.120 millones de dólares, en un contexto de guerra de precios global en el coche eléctrico y dudas sobre si la demanda puede absorber toda la capacidad instalada. Si NIO decepciona o recorta previsiones, el mensaje irá mucho más allá de la marca: pondrá en cuestión el ritmo al que los hogares están dispuestos a endeudarse para cambiar de coche en un entorno de tipos elevados.

A todo esto se suman nombres como Dell, clave para entender cuánto está dispuesta la empresa a seguir invirtiendo en hardware y capacidades ligadas –directa o indirectamente– a la inteligencia artificial, y easyJet, que aportará una foto muy valiosa sobre el apetito de los europeos por seguir viajando pese al encarecimiento del billete y el desgaste salarial de los últimos años. Si las cabinas de los aviones siguen llenas, pero a costa de más descuentos o de reducir márgenes, la señal será que el consumidor mantiene el deseo de gastar… pero ya no a cualquier precio.

Más allá de cada cifra individual, el mercado va a vigilar tres mensajes clave. Primero, el tono sobre 2025: cualquier referencia a “normalización a la baja” del consumo o a un cliente “más selectivo” puede pesar más en las cotizaciones que el propio resultado del trimestre. Segundo, el impacto de los tipos de interés en financiación, refinanciación de deuda y gasto futuro: compañías de todos los sectores empiezan a reconocer que el coste del dinero ya no es un ruido de fondo, sino un factor que condiciona decisiones de inversión y de compra. Y tercero, el papel de la IA y la automatización: quienes logren convencer al mercado de que pueden proteger márgenes gracias a la eficiencia tecnológica tendrán ventaja en un 2026 que se adivina mucho más selectivo.

Para el inversor de a pie, esta semana no es solo una sucesión de titulares corporativos: es un adelanto del guion económico de los próximos meses. Si Zoom, Alibaba, Best Buy, NIO, Julius Baer, Dell y easyJet confirman que el consumidor sigue aguantando el tipo, el relato de la “resiliencia” ganará tiempo y los índices podrán defender sus valoraciones actuales. Si, por el contrario, la palabra “debilitamiento” se repite en las conferencias con analistas, el mercado empezará a preguntarse si la factura real de los tipos altos está, por fin, llegando a la puerta del consumo. Y ahí, inevitablemente, también entra tu bolsillo.