Buffett irrumpe en Alphabet con 4.300 millones y dispara la acción
Las acciones de Alphabet apuntan a un fuerte arranque de semana en Wall Street después de que Berkshire Hathaway, el vehículo de inversión de Warren Buffett, haya revelado una participación de 4.300 millones de dólares en la matriz de Google. En la negociación fuera de horas, el título llegó a subir en torno a un 6,1%, hasta los 293,40 dólares, tras repuntar hasta un 7% en las operaciones de 24 horas de Robinhood. La apuesta convierte a Alphabet en la décima mayor posición de Berkshire en renta variable estadounidense y coincide con nuevos recortes en sus participaciones en Apple y Bank of America.
El movimiento se produce en un contexto de creciente debate sobre las valoraciones de las grandes tecnológicas, impulsadas por la expectativa en torno a la inteligencia artificial (IA). Alphabet viene de presentar resultados mejores de lo esperado a finales de octubre y de elevar su previsión de gasto en capital (capex) para reforzar su infraestructura de IA, incluida una inversión de 40.000 millones de dólares en nuevos centros de datos en Texas anunciada este mismo fin de semana.
Salto en la negociación fuera de horas
Según los datos de negociación de 24 horas de Robinhood, las acciones de Alphabet (NASDAQ: GOOGL) se dispararon hasta un 7% en las operaciones del domingo por la noche, y se estabilizaron después en un avance de alrededor del 6,1%, situando el precio en torno a los 293,40 dólares por título. El movimiento anticipa una sesión de fuertes ganancias cuando abra el mercado estadounidense este lunes.
Este comportamiento contrasta con la evolución reciente de otras grandes tecnológicas, que habían sufrido correcciones a finales de octubre y principios de noviembre ante el temor a una “burbuja de IA” y a unos múltiplos demasiado exigentes. La entrada de Berkshire actúa como un catalizador de confianza para el valor en un momento de elevada sensibilidad a las noticias en el sector.
Movimiento de Berkshire
La nueva posición en Alphabet convierte al grupo en la décima mayor apuesta en acciones estadounidenses de Berkshire Hathaway (NYSE: BRK.A). El conglomerado de Buffett, conocido por su enfoque de largo plazo y su disciplina valorativa, no había figurado hasta ahora entre los grandes accionistas de referencia de la compañía de Mountain View.
Al mismo tiempo, Berkshire ha vuelto a recortar su exposición a Apple (NASDAQ: AAPL) y a Bank of America (NYSE: BAC). Aunque Apple se mantiene como la principal posición de la cartera, el fondo lleva meses reduciendo de forma gradual su participación en el gigante tecnológico y elevando su saldo de caja, un movimiento que el mercado interpreta como una señal de prudencia ante las actuales valoraciones.
Buffett y la oportunidad perdida
La decisión de entrar en Alphabet llega después de que el propio Warren Buffett hubiera reconocido en 2019 que el negocio publicitario del grupo era «extraordinario» y de que lamentara públicamente no haber invertido antes en la compañía. Pese a esas declaraciones, Berkshire había optado hasta ahora por mantenerse al margen del valor.
La razón concreta detrás de la operación no ha quedado aclarada en la documentación remitida al regulador estadounidense, más allá del propio peso creciente de Alphabet en el ecosistema tecnológico y publicitario global. La entrada refuerza la idea de que Buffett y su equipo están dispuestos a rotar parte de sus grandes posiciones tradicionales hacia activos que consideran con potencial a largo plazo en el entorno digital y de la nube.
Valoraciones y riesgo tecnológico
La inversión de Berkshire en Alphabet se produce en plena polémica sobre las valoraciones “estiradas” del sector tecnológico, especialmente por la euforia alrededor de la IA generativa. Esta preocupación había pesado sobre el conjunto del sector en las últimas semanas, con correcciones significativas en varios de los grandes nombres del índice.
La apuesta de un inversor de perfil conservador como Buffett podría interpretarse como una señal de que, al menos en el caso de Alphabet, el mercado habría sobrerreaccionado al miedo a una posible sobrevaloración. No obstante, el movimiento no elimina los riesgos asociados a un entorno en el que los beneficios futuros dependen en gran medida de la capacidad de las compañías para monetizar la IA y mantener su ventaja competitiva.
Más inversión en inteligencia artificial
En su último trimestre, Alphabet presentó resultados por encima de las previsiones del consenso, pero al mismo tiempo elevó de forma notable sus perspectivas de gasto de capital, anticipando un ciclo de inversión intenso para reforzar su infraestructura tecnológica. La compañía ha dejado claro que la IA es el eje central de su estrategia tanto en búsqueda como en la nube y en servicios empresariales.
Durante el fin de semana, el grupo anunció un plan de 40.000 millones de dólares para levantar nuevos centros de datos en Texas, un proyecto que busca dar soporte al crecimiento del tráfico en la nube y a las aplicaciones de IA a gran escala. Esta apuesta supone un compromiso adicional con un negocio intensivo en capital, pero también coloca a Alphabet en una posición clave para capturar la demanda futura de servicios de computación avanzada.
Claves para el inversor
Para los inversores, la entrada de Berkshire Hathaway aporta un sello de credibilidad a la tesis de inversión en Alphabet, en un momento de elevada volatilidad y de dudas sobre la sostenibilidad de las valoraciones del sector tecnológico. El respaldo del equipo de Buffett llega además tras unos resultados sólidos y en paralelo a un ambicioso plan de inversión en IA y centros de datos.
El diagnóstico que deja el movimiento es claro: pese a las alertas sobre valoraciones, Alphabet sigue siendo vista por algunos de los inversores más influyentes del mercado como una apuesta estratégica a largo plazo en publicidad digital, nube e inteligencia artificial. La reacción del mercado este lunes marcará hasta qué punto el resto de actores está dispuesto a seguir la estela de Berkshire en la nueva fase de la compañía.