EE. UU. bloquea la venta de los chips de IA personalizados de Nvidia para China
La Casa Blanca ha ordenado a las agencias federales bloquear la venta de los chips de inteligencia artificial B30A de Nvidia al mercado chino, según informó The Information. Los semiconductores, diseñados específicamente para cumplir con las restricciones de exportación, habrían permitido a las empresas chinas entrenar modelos de lenguaje de gran escala.
Estados Unidos vuelve a intensificar su control sobre las exportaciones tecnológicas hacia China, en un nuevo movimiento que amplía la guerra comercial y tecnológica entre ambas potencias. Según fuentes citadas por The Information, la administración del presidente Donald Trump notificó a las agencias federales su decisión de bloquear la venta de los chips de inteligencia artificial B30A de Nvidia, diseñados a medida para el mercado chino.
Los chips B30A fueron desarrollados por la compañía californiana como una versión “rebajada” de sus potentes procesadores para IA, con el objetivo de cumplir con las limitaciones impuestas por el Departamento de Comercio de EE. UU. Sin embargo, el informe apunta a que el gobierno considera que incluso estos modelos podrían ser utilizados en grandes clústeres de entrenamiento de modelos de lenguaje, lo que permitiría a China reforzar su capacidad en inteligencia artificial avanzada, un área que Washington busca mantener bajo control estratégico.
De acuerdo con las fuentes, Nvidia está trabajando contrarreloj para modificar el diseño del chip y tratar de revertir la decisión de la Casa Blanca. La empresa no ha emitido comentarios oficiales, pero sus acciones cayeron ligeramente en las operaciones previas a la apertura del mercado tras conocerse la noticia.
Esta nueva restricción se suma a la prohibición anterior sobre la exportación del chip Blackwell, el modelo más avanzado de Nvidia, diseñado para grandes centros de datos de IA y supercomputación. En octubre, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, fue tajante al señalar que la venta de esos chips a China “no está sobre la mesa” y que Washington “no está interesado en facilitar el desarrollo tecnológico de un competidor estratégico”.
La decisión supone un nuevo golpe para las relaciones comerciales entre EE. UU. y China, especialmente en el ámbito de los semiconductores, un sector considerado crítico para la seguridad nacional y la supremacía tecnológica global. Para Pekín, los chips de alto rendimiento son esenciales en la carrera por liderar el desarrollo de inteligencia artificial, computación cuántica y automatización industrial.
En los últimos años, el gobierno estadounidense ha impuesto múltiples rondas de restricciones a la exportación de hardware y software avanzado, además de presionar a sus aliados en Asia y Europa para que adopten medidas similares. Estas políticas han llevado a China a acelerar sus esfuerzos por desarrollar procesadores domésticos, impulsando a compañías como Huawei y Cambricon en su búsqueda de independencia tecnológica.
Los analistas consideran que este nuevo veto podría afectar temporalmente los ingresos de Nvidia, cuya exposición al mercado chino sigue siendo significativa pese a los controles. Sin embargo, también refuerza su papel como pieza clave en la estrategia industrial de Estados Unidos, al mantener la tecnología más avanzada dentro del ámbito occidental.
“Este movimiento subraya que el enfrentamiento entre Washington y Pekín ya no es solo comercial, sino estructural”, señaló Daniel Ives, analista de Wedbush Securities. “Estamos ante una guerra fría tecnológica en la que los chips se han convertido en el petróleo del siglo XXI”.