Innovación corporativa automotriz

Ford inaugura en noviembre su nuevo World Headquarters en Dearborn tras casi siete décadas en el “Glass House”

Ford inaugura en noviembre su nuevo World Headquarters en Dearborn tras casi siete décadas en el “Glass House”

Ford Motor Company se prepara para un cambio histórico: en noviembre abrirá su nueva sede mundial en Dearborn, Michigan, dejando atrás el icónico edificio “Glass House” que ha sido su emblema desde 1956. El traslado marca una apuesta por la innovación, la colaboración y la sostenibilidad en un momento clave para la transformación de la compañía.

Ford Motor Company ha confirmado que en noviembre de 2025 abrirá oficialmente su nuevo World Headquarters en Dearborn, Michigan, un proyecto que simboliza tanto el cierre de una etapa como el inicio de otra en la historia del fabricante. El nuevo campus, que llevará el nombre de Henry Ford II World Center en honor al nieto del fundador, se convertirá en el centro neurálgico de la estrategia corporativa de la compañía en los próximos años. Con una superficie de más de 195.000 metros cuadrados, el edificio será más del doble de grande que la sede actual y estará preparado para acoger a unos 4.000 empleados de manera directa, además de concentrar en un radio cercano a 14.000 trabajadores.

El movimiento supone también el adiós definitivo al histórico “Glass House”, inaugurado en 1956 y que ha sido durante casi siete décadas el rostro visible de Ford. La compañía ha confirmado que el edificio será desmantelado de forma sostenible y demolido en un proceso que se prolongará unos 18 meses. Aunque se cierra un capítulo cargado de simbolismo, Ford ha asegurado que trabajará con la ciudad de Dearborn para dar un nuevo uso al espacio, manteniendo así su compromiso con la comunidad que ha acompañado a la marca desde sus orígenes.

El nuevo campus ha sido diseñado para responder a los retos de la era actual. Los responsables de la compañía, encabezados por el presidente ejecutivo William Clay Ford Jr. y el consejero delegado Jim Farley, subrayan que el objetivo es reunir en un mismo espacio a los equipos de ingeniería, diseño y tecnología para acelerar la innovación. La infraestructura contará con seis estudios de diseño, un food hall de más de 14.000 metros cuadrados, espacios de bienestar, salas para madres, más de 300 salas de reunión equipadas con tecnología avanzada y áreas pensadas para fomentar la colaboración transversal. Además, el complejo ha sido concebido bajo criterios de eficiencia y sostenibilidad, con la aspiración de convertirse en un edificio de energía neta cero.

Más allá de la dimensión arquitectónica, el traslado representa una declaración de intenciones. En un momento en que la industria automotriz se encuentra en plena transición hacia la electrificación y la digitalización, Ford apuesta por un entorno de trabajo flexible, conectado y sostenible que impulse el plan estratégico Ford+. El cambio de sede es, por tanto, mucho más que un movimiento logístico: es el reflejo de una compañía que quiere dejar atrás viejas estructuras para dar paso a un futuro donde la innovación y la colaboración son el verdadero motor.