Avi Loeb acusa a la NASA de “contar solo media historia” sobre el objeto interestelar 3I/Atlas

Avi Loeb critica la cobertura oficial sobre 3I/Atlas: «La NASA no abordó las anomalías»

Avi Loeb critica la cobertura oficial sobre 3I/Atlas: «La NASA no abordó las anomalías»

En una entrevista exclusiva con Negocios TV, el astrofísico Avi Loeb critica con dureza la reciente rueda de prensa de la NASA sobre el objeto interestelar 3I/Atlas. A su juicio, la agencia espacial omitió detalles clave sobre las anomalías observadas y rebajó el debate a un relato “demasiado cómodo”. Mientras, telescopios de todo el mundo se preparan para una nueva ventana de observación que podría aclarar —o intensificar— el misterio.

Lo que es exactamente 3I/Atlas sigue siendo, por ahora, una de las grandes incógnitas del momento. Oficialmente, hablamos de un objeto interestelar que atraviesa nuestro sistema solar y que, de acuerdo con la narrativa más prudente, sería un cuerpo natural más, con ciertas particularidades. Pero en la entrevista con Negocios TV, Avi Loeb —uno de los nombres más polémicos y escuchados de la astronomía contemporánea— va más allá: sostiene que la conferencia de prensa de la NASA “dejó fuera” aspectos esenciales del fenómeno y que el resultado fue “una profunda sensación de decepción” entre quienes esperaban respuestas más valientes.

Loeb centra buena parte de sus críticas en las imágenes mostradas. Las tomas oficiales, explica, se percibían borrosas, de bajo detalle, casi incapaces de ser analizadas con rigor por el público y la comunidad científica. En contraste, astrónomos amateurs con telescopios relativamente modestos han obtenido imágenes más nítidas, donde se aprecian jets de gas saliendo en la dirección del movimiento del objeto, un comportamiento poco habitual para un cometa clásico. Ese detalle, que para la NASA pasó de puntillas, es para Loeb una pieza crucial del rompecabezas.

Los chorros persistentes, apunta, sugieren procesos dinámicos que no encajan del todo con los modelos estándar. Podrían ser fenómenos naturales que aún no entendemos bien, pero también, en el escenario más especulativo, comportamientos compatibles con algún tipo de ingeniería o tecnología. Loeb insiste en que no se trata de afirmar que 3I/Atlas sea artificial, sino de asumir que las preguntas incómodas forman parte del método científico: “Si cerramos la puerta a esas hipótesis por miedo al titular fácil, corremos el riesgo de empobrecer la investigación”, defiende.

Las anomalías que rodean a 3I/Atlas alimentan este debate: un tamaño estimado mayor de lo habitual para objetos interestelares conocidos, una alineación poco común con el plano en el que orbitan los planetas del sistema solar, una composición gaseosa que no encaja del todo con las mezclas típicas de cometas, jets detectados en más de una dirección y aceleraciones que algunos análisis preliminares no logran explicar solo con la gravedad y la presión de la radiación solar. Para Loeb, este conjunto de factores hace que la tesis de un objeto completamente “normal” sea, como mínimo, discutible. Para otros colegas, en cambio, todavía es pronto para hablar de algo que se salga del marco natural.

Lo que viene ahora será decisivo. Las observaciones de 3I/Atlas continuarán hasta el 19 de diciembre, cuando el objeto se sitúe en una posición especialmente favorable para su estudio. Grandes telescopios, incluidos el Hubble y el James Webb, han reservado tiempo de observación para seguir su trayectoria, medir con mayor precisión su espectro de emisión y afinar tanto su tamaño como su composición. Esta concentración de recursos en torno a un único objeto interestelar evidencia hasta qué punto la comunidad científica percibe una oportunidad única.

En ese contexto, la discusión que plantea Loeb va más allá del caso concreto de 3I/Atlas. Se trata de decidir cómo queremos abordar fenómenos que llegan cargados de anomalías: con una narrativa que los encaje rápidamente en lo conocido o con una disposición abierta a explorar hipótesis más arriesgadas, siempre con datos y rigor. ¿Fenómeno natural extremo o posible indicio tecnológico? Para la mayoría de expertos, es todavía muy pronto para hablar de tecnología extraterrestre. Para Loeb, ignorar siquiera la posibilidad es un gesto de autolimitación científica.

Mientras el objeto avanza silencioso por nuestro vecindario cósmico y los grandes observatorios se preparan para escrutar cada fotón, el debate ya está servido. Lo que 3I/Atlas termine revelando —ya sea un nuevo capítulo de la física de cometas o simplemente los límites de nuestra imaginación— dirá mucho, también, sobre el grado de atrevimiento que estamos dispuestos a aceptar en la ciencia del siglo XXI.