Ucrania encrucijada

La confianza en Zelenski cae al nivel más bajo en seis meses tras limitar el poder de las agencias anticorrupción

El apoyo al presidente ucraniano se erosiona mientras crecen las protestas ciudadanas contra sus medidas sobre los órganos de control. La lucha contra la corrupción, clave en la opinión pública.

La figura del presidente ucraniano Volodímir Zelenski atraviesa un momento delicado. Una reciente encuesta del Instituto Internacional de Sociología de Kiev —una de las firmas demoscópicas más respetadas del país— revela que la confianza del pueblo ucraniano en su mandatario ha caído al 58%, el nivel más bajo en casi seis meses. Este retroceso coincide con una serie de medidas gubernamentales que han generado un amplio rechazo social y alimentado la percepción de debilitamiento institucional.

El punto de inflexión se produjo el pasado 22 de julio, cuando Zelenski respaldó una iniciativa legislativa que, en la práctica, subordina a las agencias anticorrupción del país al Ejecutivo. La reacción no se hizo esperar: miles de ciudadanos salieron a las calles para expresar su desacuerdo, denunciando una amenaza directa a la independencia de los organismos creados para fiscalizar el poder político.

Este es, además, el primer gran sondeo realizado tras esa votación. Y sus resultados son elocuentes: si en mayo Zelenski gozaba de un 74% de confianza ciudadana, y entre febrero y marzo aún mantenía un sólido 67%, hoy ha retrocedido 16 puntos en menos de tres meses.

Las razones del desencanto son también reveladoras. Entre quienes declararon no confiar ya en el presidente, el 21% apuntó directamente a la corrupción como el motivo principal. El 20% restante mencionó la gestión de la guerra como una fuente de frustración. Ambas cuestiones resultan especialmente sensibles en una Ucrania que lleva más de dos años resistiendo la invasión rusa, y que había colocado la transparencia y la rendición de cuentas en el centro de su reconstrucción institucional.

El desafío para Zelenski es ahora doble: recuperar la confianza ciudadana y demostrar que la lucha contra la corrupción sigue siendo una prioridad real. En un contexto internacional donde Ucrania depende del respaldo político, económico y militar de sus aliados, mantener intacta la imagen de un gobierno comprometido con las reformas es tan crucial como la defensa del territorio.