EE.UU. endurece las visas: nuevas restricciones para estudiantes y periodistas extranjeros
El Departamento de Seguridad Nacional propone limitar la duración de las visas F-1, J-1 e I, con cambios que impactarán a miles de estudiantes internacionales, visitantes de intercambio cultural y profesionales de la comunicación.
Estados Unidos ha dado un nuevo paso en su estrategia de reforzar el control migratorio y la seguridad nacional. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) presentó una propuesta que modifica de forma significativa las condiciones de permanencia de estudiantes internacionales, visitantes de intercambio cultural y periodistas extranjeros en el país.
El cambio más relevante afecta a las visas de estudiantes (F-1) y de intercambio (J-1), que dejarán de regirse por el sistema de “duración de estatus”. Hasta ahora, los titulares podían permanecer en Estados Unidos mientras cumplieran los términos de su visa, sin un límite de tiempo específico. Con la nueva propuesta, la vigencia estará vinculada a la duración del programa académico o de intercambio, con un máximo de cuatro años.
Los periodistas tampoco quedan al margen. La visa I, utilizada por profesionales de medios internacionales, se limitará a 240 días —unos ocho meses—, aunque contempla la opción de solicitar prórrogas si fuera necesario para continuar con la cobertura informativa.
Desde el DHS se justifica esta medida como un instrumento para “mejorar la supervisión” de quienes ingresan con este tipo de permisos y reducir riesgos de estancias irregulares o actividades no autorizadas. Sin embargo, el debate no se hace esperar: las universidades y medios internacionales alertan de que estas restricciones podrían mermar el atractivo de Estados Unidos como destino académico y profesional, dificultando la planificación a largo plazo.
En un contexto global marcado por la competencia por el talento y la relevancia de la información internacional, estas modificaciones se suman a la lista de medidas migratorias que reconfiguran el papel de EE.UU. en la movilidad académica y mediática. La propuesta aún debe superar el proceso de revisión y comentarios públicos, pero anticipa un escenario en el que los controles migratorios pesan más que nunca sobre la proyección internacional del país.