EE.UU. “caza” a la flota fantasma de Irán: sanciona 29 petroleros y estrecha el cerco sobre sus exportaciones
El Departamento del Tesoro, a través de la OFAC, anunció el 18 de diciembre de 2025 nuevas sanciones contra 29 buques y sus firmas gestoras por transportar petróleo y derivados iraníes mediante prácticas “engañosas”. Washington enmarca la medida en su campaña de “máxima presión” para recortar los ingresos energéticos de Teherán y elevar el coste de cada barril exportado.
EE. UU. sanciona 29 buques de la “flota fantasma” vinculada al petróleo iraní
Estados Unidos ha dado un nuevo paso en su ofensiva económica contra Irán al imponer sanciones sobre 29 buques petroleros asociados a lo que se conoce como la “flota fantasma”. La medida, anunciada por la OFAC (Oficina de Control de Activos Extranjeros) del Departamento del Tesoro, busca cortar vías de ingresos clave para Teherán y elevar el coste operativo de su comercio energético.
El alcance de las sanciones y el modus operandi
Según la información difundida por Washington, la red sancionada operaría como un entramado diseñado para evadir sanciones internacionales, moviendo hidrocarburos iraníes mediante prácticas destinadas a ocultar el origen y el destino de los cargamentos. Entre las tácticas más habituales se incluirían cambios de nombre, documentación irregular y ajustes de rutas y trayectorias para reducir la trazabilidad del crudo.
Por qué la “flota fantasma” es un desafío para las sanciones
El esfuerzo por camuflar operaciones no responde solo a una cuestión logística: busca mantener el flujo de ingresos hacia Irán en un contexto de presión creciente. Esta dinámica evidencia tanto la sofisticación de las redes de transporte como las limitaciones de los regímenes sancionadores cuando los actores implicados adaptan rápidamente sus métodos.
Implicaciones geopolíticas: presión y riesgo de escalada
Más allá del golpe económico, las sanciones funcionan como un mensaje político para aliados y adversarios. El endurecimiento del cerco marítimo puede incrementar la tensión en Oriente Medio y elevar el riesgo de respuestas indirectas o ajustes de estrategia por parte de Teherán, en un entorno regional ya volátil.
Reacciones y escenarios a corto plazo
Por el momento, el foco está en cómo responderá Irán: si opta por reconfigurar rutas, cambiar operadores o intensificar técnicas de ocultación para sostener exportaciones. Mientras tanto, la comunidad internacional sigue de cerca el impacto potencial sobre la estabilidad regional y sobre la percepción de riesgo en los mercados energéticos.