3I/ATLAS

Descubren misterio del comet 3I/ATLAS que desafía toda explicación científica actual

Imagen del cometa 3I/ATLAS captada en su acercamiento al Sol, destacando la peculiar orientación de su anticola.

El cometa interestelar 3I/ATLAS presenta una anticola única que apunta hacia el Sol, desafiando el conocimiento científico actual y generando polémica sobre su origen natural o artificial. Se espera que su paso próximo al Sol este 29 de octubre revele pistas cruciales sobre su verdadera naturaleza.

Desde que se detectó el cometa interestelar 3I/ATLAS el pasado 1 de julio, los astrónomos han observado en él características poco habituales. Con una velocidad superior a los 200.000 kilómetros por hora y una trayectoria que lo llevará a aproximarse al Sol en los próximos días, este visitante procedente de fuera del Sistema Solar se ha convertido en una rara oportunidad de estudio.

La anticola es el rasgo que más desconcierta a los especialistas. A diferencia de la cola típica de los cometas —que siempre apunta en dirección contraria al Sol debido al viento solar—, en este caso la emisión de polvo parece extenderse hacia el Sol. Este fenómeno ha sido confirmado mediante observaciones desde el Telescopio Roque de los Muchachos en Canarias y por instrumentos instalados en órbita, incluido el Hubble.

¿Qué explica la anticola?

Los científicos han planteado varias hipótesis:

  • Partículas más grandes y pesadas de lo habitual, que no son fácilmente empujadas por la radiación solar.

  • Desgasificación irregular o de origen profundo en el núcleo, que expulsa material en una dirección inesperada.

  • Efectos geométricos provocados por la perspectiva desde la Tierra, que pueden hacer que una cola “convencional” parezca invertida.

Estos modelos están en evaluación, pero ninguno explica completamente todas las observaciones realizadas hasta ahora.

El debate sobre su posible origen artificial

En paralelo, algunas voces han planteado hipótesis más audaces. Entre ellas la del astrofísico de Harvard Avi Loeb, quien ha sugerido que ciertos patrones observados en 3I/ATLAS podrían ser compatibles con un artefacto de origen tecnológico, como una vela solar o una sonda.

Loeb argumenta que el objeto cumple varios de los parámetros que él utiliza para identificar posibles estructuras artificiales:

  • aceleración no totalmente explicada,

  • estructura aparentemente poco volátil,

  • trayectoria estable y definida.

No obstante, la mayor parte de la comunidad científica insiste en que no hay evidencia concluyente que indique origen artificial, y que hipótesis extraordinarias necesitan pruebas extraordinarias.

El 29 de octubre: clave para obtener respuestas

El perihelio puede aportar información definitiva. Cuando se acerque al Sol, el objeto experimentará intensas variaciones térmicas. Allí ocurrirá una de estas dos cosas:

Resultado posible Interpretación científica
Se desintegra o libera una gran cola Se trataría de un cometa interestelar convencional.
Mantiene estructura y trayectoria estable Sería necesario revisar modelos físicos y dinámicos actuales.

En otras palabras, el Sol actuará como laboratorio natural.

La ciencia en tiempo real

Más allá del desenlace, 3I/ATLAS nos recuerda que la astronomía sigue siendo un campo abierto a descubrimientos que desafían certezas. Cada objeto interestelar es una ventana hacia procesos que ocurren más allá de nuestro vecindario cósmico.

Observar no es solo mirar.
Es permitir que los datos hablen antes que las teorías.

Y en ese sentido, el misterio de 3I/ATLAS aún está vivo.