Eslovenia endurece su postura diplomática frente a Israel

Eslovenia prohíbe la entrada de Netanyahu y sanciona a ministros israelíes

Eslovenia prohíbe la entrada de Netanyahu y sanciona a ministros israelíes UNSPLASH/LUKA E

El gobierno de Eslovenia ha decidido imponer sanciones al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prohibiéndole la entrada al país tras ser señalado por la Corte Internacional de Justicia. La medida complementa anteriores sanciones a otros ministros, embargos y restricciones comerciales, como parte de su firme defensa del derecho internacional y los derechos humanos.

La posición de Eslovenia en el contexto del conflicto entre Israel y Hamás continúa fortaleciéndose. En una decisión reciente, el gobierno esloveno, a través de Neva Grasic, secretaria de Estado para Asuntos Europeos, anunció que se ha impuesto una prohibición de entrada al país para Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, señalando que existen procedimientos abiertos en su contra por la Corte Internacional de Justicia por presuntos crímenes de guerra en Gaza.

Esta medida se suma a una serie de sanciones de carácter diplomático y comercial que Eslovenia ha ido desplegando. En julio, el país declaró como persona non grata a los ministros israelíes considerados de extrema derecha, Itamar Ben-Gvir y Bezalel Smotrich, debido a declaraciones que Eslovenia calificó de incitadoras y contrarias al respeto de los derechos humanos.

Además, en agosto se aprobó un embargo total al comercio de armas con Israel ―importaciones, exportaciones y tránsito― lo que convirtió a Eslovenia en uno de los primeros países de la Unión Europea en adoptar una medida de este tipo. Asimismo, se prohibieron las importaciones de productos procedentes de asentamientos israelíes en territorios ocupados palestinos, y se ha expresado la intención de valorar también la eliminación de exportaciones desde Eslovenia destinadas a esos asentamientos.

Ya en 2024, Eslovenia reconoció formalmente al Estado Palestino, convirtiéndose en uno de los pocos países de la UE en tomar ese paso en ese momento. Esta medida de reconocimiento sirvió como base política para las siguientes sanciones, al enmarcar la postura eslovena dentro del respeto al derecho internacional, los principios humanitarios y la posibilidad de una solución de dos estados.

Neva Grasic ha enfatizado que las sanciones no se dirigen contra la población israelí, sino que buscan presionar al gobierno de Israel a cumplir con las decisiones de cortes internacionales y con las normas humanitarias. Eslovenia considera que el respeto a esas decisiones constituye un principio esencial para mantener el orden jurídico internacional. 

Desde el punto de vista internacional, estas medidas tienen tanto carga simbólica como real. Aunque el volumen del comercio con asentamientos israelíes afectado por las prohibiciones es limitado ―en algunos casos cantidades muy pequeñas─, el efecto estratégico radica en reforzar la credibilidad de Eslovenia como actor comprometido con los estándares legales internacionales, diferenciándose de muchos otros estados miembros de la UE.

Por otra parte, estos gestos también pueden generar tensiones diplomáticas con Israel y afectar la cooperación en foros internacionales. A su vez, plantean preguntas sobre hasta dónde otros países europeos estarán dispuestos a acompañar acciones similares, dada la tradicional resistencia en algunos gobiernos a adoptar medidas demasiado duras que puedan repercutir en sus relaciones comerciales o geopolíticas.

En conclusión, Eslovenia ha escalado sus sanciones como parte de una política clara: situarse del lado del derecho humanitario, respaldar la rendición de cuentas ante tribunales internacionales y presionar para que se adopten medidas que favorezcan una solución pacífica al conflicto. Su estrategia combina sanciones diplomáticas, comerciales y simbólicas, y aunque enfrenta desafíos y críticas, demuestra una voluntad sostenida de actuar conforme a principios más que solo intereses pragmáticos.