Irán acusa a Estados Unidos de ser la mayor amenaza para la paz mundial
En una comparecencia este lunes, Baghaei cargó con dureza contra la política exterior estadounidense, calificando de «violación sin precedentes del derecho internacional» la decisión de Donald Trump de declarar los cielos venezolanos como zona de exclusión aérea. A ello sumó críticas por la exclusión de Sudáfrica de la cumbre del G20 de 2026 en Nueva York y por el apoyo de Washington a las «acciones criminales» de Israel, en un mensaje que sitúa a Estados Unidos en el centro de las acusaciones iraníes y agrava el clima geopolítico global.
En paralelo, el portavoz reivindicó el derecho nuclear de Irán y exigió que el OIEA dirija su escrutinio hacia Estados Unidos e Israel, a los que acusa de obstaculizar inspecciones clave. Un discurso que refuerza la narrativa de Teherán frente a Occidente y complica aún más los esfuerzos diplomáticos.
Críticas a la exclusión aérea sobre Venezuela
Uno de los ejes centrales de la intervención de Baghaei fue la decisión del entonces presidente Donald Trump de declarar los cielos de Venezuela como zona de exclusión aérea. Según el portavoz, esta medida constituye una «violación sin precedentes del derecho internacional» y se enmarca en un patrón de acciones unilaterales de Washington.
Para Irán, este tipo de decisiones refuerza la imagen de Estados Unidos como actor dispuesto a imponer su agenda incluso a costa de la legalidad internacional. Baghaei presentó el caso venezolano como ejemplo de una política de presión que, a su juicio, se repite en otras regiones y contribuye a la inestabilidad global.
Venezuela, G20 y apoyo a Israel
Las críticas iraníes no se limitaron al ámbito venezolano. Baghaei denunció también la exclusión de Sudáfrica de la cumbre del G20 de 2026 en Nueva York, una decisión que, según el portavoz, refleja la forma en que se utilizan los grandes foros internacionales para marginar a determinados países.
Además, el representante de Exteriores acusó a Estados Unidos de brindar apoyo a las acciones israelíes en la región, calificadas desde Teherán como «criminales». Esta combinación de reproches —Venezuela, G20 y Oriente Medio— dibuja un relato en el que Washington aparece como eje de desequilibrios y tensiones en distintos frentes del tablero internacional.
El derecho nuclear de Irán
Otro punto clave del discurso fue la defensa del programa nuclear iraní. Baghaei insistió en que Teherán ejerce legítimamente sus derechos en materia nuclear, en línea con sus compromisos internacionales, y lamentó que la comunidad occidental se muestre, a su juicio, reacia a reconocer y respetar esos derechos.
Según el portavoz, la negativa de las potencias occidentales a aceptar las posiciones de Irán mantiene viva la tensión nuclear y dificulta cualquier avance hacia un acuerdo duradero. Teherán sostiene que su programa tiene fines pacíficos, mientras que Estados Unidos y sus aliados mantienen la presión y exigen mayores garantías y transparencia.
El papel del OIEA y las inspecciones
Baghaei fue más allá al reclamar que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) concentre su escrutinio en Estados Unidos e Israel. Los acusó de llevar a cabo acciones militares que habrían interrumpido inspecciones nucleares en junio, lo que, según Irán, pone en cuestión la neutralidad y el equilibrio del sistema de supervisión internacional.
El portavoz subrayó la aparente paradoja de que los países que exigen más transparencia sean, al mismo tiempo, quienes —según la versión iraní— interfieren en los mecanismos de control. Esta lectura refuerza la narrativa de Teherán de ser objeto de un trato desigual frente a otros actores con capacidades militares y nucleares.
Repercusiones para la diplomacia global
Las acusaciones de Baghaei se producen en un contexto ya marcado por tensiones entre Estados Unidos e Irán, tanto en el terreno nuclear como en los conflictos regionales. Este tipo de declaraciones endurece el discurso y complica los intentos de retomar canales de diálogo diplomático que permitan rebajar la escalada.
Para la comunidad internacional, el reto es doble: contener el deterioro de la relación entre Washington y Teherán y, al mismo tiempo, preservar la credibilidad de las instituciones multilaterales, como el OIEA o el propio G20, señaladas en el mensaje iraní.
Un tablero en constante reconfiguración
En última instancia, este nuevo episodio confirma que el tablero geopolítico continúa en proceso de reconfiguración. Las acusaciones de Irán contra Estados Unidos por Venezuela, el G20, Israel y el programa nuclear actúan como recordatorio de que los equilibrios internacionales son frágiles y están sujetos a una presión constante.
Mientras Washington echa mano de su poder diplomático, económico y militar, Teherán apuesta por un discurso de confrontación argumentando que defiende sus derechos. Entre ambos, la comunidad internacional se ve obligada a navegar un entorno cada vez más polarizado, en el que declaraciones como las de Baghaei exigen análisis atento y vigilancia permanente para evitar que la tensión desemboque en una nueva crisis de mayor alcance.