Moscú suaviza el tono tras las nuevas sanciones estadounidenses al sector energético ruso
Lavrov afirma que Rusia está lista para avanzar en sus relaciones con Estados Unidos
26 de octubre de 2025 (18:07 h.)
El ministro de Exteriores ruso, Sergey Lavrov, aseguró este domingo que Moscú está dispuesto a reconstruir las relaciones con Estados Unidos, incluso bajo las condiciones que resulten “más cómodas” para Washington. Las declaraciones se producen tras la reciente imposición de sanciones estadounidenses contra las principales petroleras rusas y la cancelación del encuentro previsto entre Donald Trump y Vladimir Putin.
El jefe de la diplomacia rusa, Sergey Lavrov, afirmó que Rusia mantiene su disposición a restablecer los vínculos con Estados Unidos, aunque reconoció que el proceso deberá ajustarse a la voluntad del Gobierno estadounidense.
“Después de hablar con [el secretario de Estado] Marco Rubio sobre cómo avanzar tras la reunión en Alaska, no mencionó nuevos encuentros ni negociaciones, y yo tampoco lo hice, ya que la iniciativa vino de Estados Unidos. Estamos listos para avanzar al ritmo que resulte cómodo para los estadounidenses”, declaró Lavrov en una entrevista con el canal húngaro Ultrahang.
Sus declaraciones llegan en un contexto de máxima tensión diplomática, apenas días después de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos impusiera nuevas sanciones a las mayores compañías petroleras rusas, entre ellas Rosneft y Lukoil, en respuesta a la intervención de Moscú en Ucrania y sus actividades militares en el Ártico.
Además, el presidente estadounidense Donald Trump canceló el encuentro bilateral con Vladimir Putin, previsto para celebrarse en Budapest a finales de mes, alegando “falta de progresos” en materia de control de armas y cooperación energética.
A pesar de ello, Lavrov insistió en que el Kremlin busca evitar una ruptura total con Washington y mantener abierta la vía del diálogo. “Rusia no rehúye la diplomacia ni busca confrontación. Nuestra posición es pragmática: estamos listos para cooperar donde haya intereses comunes, pero no bajo presión”, subrayó el ministro.
El diplomático ruso también reconoció que las últimas sanciones afectan de forma directa a la economía rusa, aunque afirmó que Moscú ya trabaja en medidas para reducir su dependencia del sistema financiero occidental y fortalecer sus relaciones comerciales con Asia y Oriente Medio.
“No es la primera vez que enfrentamos sanciones y no será la última. Rusia seguirá defendiendo su soberanía económica y política”, añadió.
El analista del Instituto Ruso de Estudios Estratégicos, Andrei Kortunov, consideró que las declaraciones de Lavrov reflejan un intento de rebajar la tensión y ganar tiempo mientras se define la postura de Washington. “El Kremlin está tratando de mostrarse flexible ante la nueva etapa de la relación bilateral, pero sin ceder en sus posiciones clave”, explicó.
Las relaciones entre Estados Unidos y Rusia se encuentran en su nivel más bajo desde la Guerra Fría, afectadas por las sanciones económicas, la rivalidad energética y los conflictos diplomáticos en Ucrania, Siria y el Ártico. Sin embargo, ambos países mantienen canales abiertos en áreas como control nuclear, cooperación espacial y lucha antiterrorista.
En Moscú, la postura de Lavrov fue interpretada como una señal de distensión controlada, en la que Rusia busca no cerrar puertas a un eventual acercamiento diplomático, pero sin mostrarse débil ante las medidas coercitivas de Washington.