Maduro intenta frenar el colapso aéreo en Venezuela

Maduro se atrinchera entre la presión aérea, las sanciones y las acusaciones de narcoterrorismo

Maduro se atrinchera entre la presión aérea, las sanciones y las acusaciones de narcoterrorismo - EPA/MIGUEL GUTIERREZ

El Gobierno de Nicolás Maduro trata de contener el riesgo de un bloqueo aéreo de facto en Venezuela tras la oleada de cancelaciones provocada por una alerta de la FAA estadounidense, al tiempo que lidia con nuevas acusaciones de narcoterrorismo, la designación del llamado Cártel de los Soles como organización terrorista extranjera y un despliegue militar reforzado de Washington en el Caribe.

El Gobierno de Nicolás Maduro intenta contener el impacto de la creciente presión estadounidense y evitar el colapso del tráfico aéreo en Venezuela después de que un aviso de la Administración Federal de Aviación (FAA) desencadenara una ola de cancelaciones de vuelos por parte de aerolíneas internacionales. Caracas asegura que trabaja para “normalizar la situación” y mantener la operatividad, en un contexto marcado por nuevas acusaciones de Washington contra el régimen venezolano.

Oleada de cancelaciones y riesgo de bloqueo aéreo

La alerta de la FAA, que recomienda a los pilotos extremar la precaución al sobrevolar Venezuela, llevó a compañías como Iberia, Air Europa, Plus Ultra, TAP, Avianca, Gol, Latam y Turkish Airlines a suspender sus operaciones hacia y desde el país. Incluso aerolíneas venezolanas, como Estelar y Laser, frenaron temporalmente sus rutas Caracas–Madrid, mientras que la estatal Conviasa insiste en que sigue operando “con total normalidad”.

Ante el riesgo de un bloqueo aéreo de facto que afecte gravemente a la economía y a la conectividad del país, el Ministerio de Transporte convocó reuniones de emergencia con varias compañías para tratar de evitar una paralización prolongada. En una declaración pública, Maduro llamó a aplicar la ley a quienes “se coman la luz”, sin mencionar directamente a las aerolíneas, pero enviando una señal de firmeza destinada a mostrar control interno y recuperar la confianza operacional.

Más presión desde Washington: despliegue naval y acusaciones

La ofensiva diplomática y política de Caracas se produce mientras Estados Unidos intensifica su presión. El Gobierno de Donald Trump mantiene un despliegue naval masivo en el Caribe, vinculado oficialmente a operaciones antidroga, que según datos estadounidenses habría derivado ya en numerosas intercepciones y más de 80 muertos en el marco de estas acciones.

En paralelo, Washington ha dado un paso más al designar al llamado Cártel de los Soles como organización terrorista extranjera, lo que abre la puerta a medidas más agresivas. Analistas recuerdan, sin embargo, que el término no describe una estructura criminal formal, sino un concepto utilizado para agrupar presuntos vínculos de altos mandos militares venezolanos con el narcotráfico.

Caracas denuncia una “falsa narrativa” de narcoterrorismo

La designación se apoya en la acusación lanzada hace una semana por el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, quien responsabiliza a este entramado de “violencia terrorista” en la región. Desde Caracas, el Gobierno de Maduro ha calificado la acusación de “invención ridícula” destinada a justificar una posible intervención contra Venezuela.

La administración venezolana subraya que el concepto de Cártel de los Soles nunca ha sido reconocido oficialmente como organización criminal y lo enmarca en la presión política de Washington. Maduro asegura que Estados Unidos construye una “falsa narrativa” y cita informes de la ONU según los cuales solo un 5% de la cocaína colombiana transitaría por territorio venezolano.

Recompensas millonarias y sanciones financieras

No es la primera vez que este término se utiliza en instancias oficiales estadounidenses. En 2020, el Departamento de Justicia elevó la expresión a la categoría de organización criminal al acusar a Maduro y a parte de su círculo de utilizar el narcotráfico como herramienta política en cooperación con disidentes de las FARC y el ELN. Este año, Washington ha ido más allá y ha doblado hasta 50 millones de dólares la recompensa por información que lleve al arresto del mandatario.

El Departamento del Tesoro también sancionó recientemente al supuesto Cártel de los Soles, asegurando que esta red oficialista habría facilitado operaciones del Tren de Aragua y del Cártel de Sinaloa, lo que refuerza la narrativa de un régimen estrechamente vinculado a estructuras criminales transnacionales.

Opciones militares “sobre la mesa” y temor en el círculo de Maduro

El secretario de Defensa, Pete Hegseth, ha afirmado que la designación del Cártel de los Soles como organización terrorista ofrece “un montón de nuevas opciones” para actuar contra Maduro, aunque evitó detallar cuáles. Un alto funcionario estadounidense reconoce que dentro del Gobierno “nadie ve sostenible” la continuidad del presidente venezolano a medio plazo.

Según esta misma fuente, los servicios de inteligencia de Estados Unidos han detectado una “creciente ansiedad” en el entorno de Maduro ante la escalada de presión, mientras que intermediarios próximos al presidente multiplican sin éxito los intentos de reabrir canales de diálogo con Washington.

En este escenario, la crisis aérea desatada por la alerta de la FAA se suma a un cuadro de máxima tensión: Maduro intenta evitar que el país quede aislado por aire al tiempo que enfrenta acusaciones de narcoterrorismo, sanciones financieras reforzadas, un despliegue militar en su vecindad y el eco cada vez más fuerte de que las opciones militares siguen, al menos en teoría, sobre la mesa.