Trump firma una directiva secreta para que el Pentágono prepare escenarios de intervención contra organizaciones criminales extranjeras

México extradita a 26 miembros de cárteles y Washington eleva la presión con planes militares

En una operación sin precedentes, México ha extraditado a 26 integrantes de alto nivel de los cárteles de la droga a Estados Unidos. La noticia coincide con la filtración de un plan de Washington que contempla escenarios militares directos contra estas organizaciones, designadas ahora como grupos terroristas. La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, ha respondido con firmeza, rechazando cualquier intento de intervención armada en su país.

La cooperación entre México y Estados Unidos en materia de seguridad ha dado un giro de enorme calado. En las últimas horas, la Fiscalía mexicana confirmó la extradición de 26 miembros de alto rango de distintos cárteles de la droga, enviados en secreto a territorio estadounidense en un vuelo coordinado por ambas administraciones. Entre los nombres más destacados figura Abigael González Valencia, líder de Los Cuinis, considerado uno de los grupos criminales más violentos de México.

Este movimiento llega acompañado de un nuevo frente político y estratégico. Según ha revelado The New York Times, el presidente Donald Trump firmó una directiva secreta al Pentágono para preparar operaciones militares contra organizaciones criminales extranjeras ya designadas oficialmente como terroristas. Entre ellas, seis cárteles mexicanos: Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, Cárteles Unidos, Cártel del Noreste, Cártel del Golfo y La Nueva Familia Michoacana.

De acuerdo con fuentes citadas por The Wall Street Journal, el Pentágono trabaja con tres posibles escenarios: una intervención directa con tropas en suelo extranjero, ataques selectivos con drones a laboratorios y líderes de la droga, o acciones encubiertas de inteligencia junto a fuerzas locales. En Fort Bliss (Texas), unidades militares ya se estarían entrenando para la primera de estas opciones.

La reacción desde México no se hizo esperar. La presidenta Claudia Sheinbaum fue tajante al rechazar la posibilidad de tropas estadounidenses en territorio mexicano: “Estados Unidos no va a venir a México con los militares, no va a haber una invasión, eso está absolutamente descartado”. Aunque Sheinbaum dejó claro que continuará la colaboración en materia de seguridad y extradiciones, subrayó que la soberanía de México no es negociable.

El trasfondo de esta estrategia se centra en la lucha contra el tráfico de fentanilo, metanfetaminas y cocaína, sustancias que provocan más de 100.000 muertes por sobredosis cada año en Estados Unidos. Sin embargo, expertos advierten que el nuevo enfoque de Washington podría derivar en una crisis diplomática sin precedentes y, a su vez, desencadenar una escalada de violencia en las regiones donde operan los cárteles.

De momento, no hay una ejecución definitiva de estos planes militares, pero la presión política y la narrativa en Washington dibujan un escenario de máxima tensión bilateral. Las próximas semanas serán determinantes para conocer si esta ofensiva se traduce en mayor cooperación o en un choque abierto entre los dos países vecinos.