Polonia despliega cazas y helicópteros ante la amenaza de drones rusos en su frontera
La tensión en Europa del Este vuelve a elevarse. El viceministro de Defensa de Polonia, Cezary Tomczyk, confirmó este sábado que helicópteros y aviones de combate fueron desplegados en respuesta a la presencia de vehículos aéreos no tripulados rusos operando cerca de la frontera polaca.
“En relación con la operación de drones rusos cerca de la frontera de la República de Polonia, el comandante operacional ha decidido activar helicópteros y cazas. Estamos en contacto constante con nuestros aliados”, señaló Tomczyk en un mensaje publicado en la red social X.
La medida refuerza el clima de máxima alerta en Varsovia, que en los últimos días ha denunciado incursiones de drones procedentes de Rusia en su espacio aéreo, acusaciones que Moscú niega tajantemente. El embajador ruso ante Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, insistió el viernes en que sería “físicamente imposible” que drones rusos alcanzaran territorio polaco y aseguró que Rusia no busca una escalada con Polonia.
Un paso más hacia la confrontación
El despliegue militar responde a la creciente percepción de amenaza en Varsovia. El primer ministro polaco, Donald Tusk, advirtió recientemente que Polonia “se encuentra en el punto más cercano a un conflicto armado desde la Segunda Guerra Mundial”. La frase, cargada de dramatismo histórico, refleja la gravedad con la que el gobierno polaco interpreta las incursiones aéreas en un país que forma parte tanto de la OTAN como de la Unión Europea.
Desde que comenzó la guerra en Ucrania en 2022, Polonia se ha consolidado como pieza clave en el apoyo logístico y militar a Kiev, convirtiéndose en un actor de primer orden en la estrategia occidental frente a Moscú. Este papel la ha convertido, al mismo tiempo, en un objetivo particularmente sensible para las maniobras de presión del Kremlin.
La respuesta de la OTAN
Tras la denuncia de Varsovia, la OTAN ha reiterado su apoyo a Polonia y ha reforzado su dispositivo defensivo en el flanco oriental con el lanzamiento de la misión Eastern Sentry. El secretario general de la Alianza, Mark Rutte, subrayó que los incidentes con drones, fueran intencionales o no, son “peligrosos e inaceptables”. Además, varios países, entre ellos España, han anunciado el envío de recursos adicionales, como unidades aéreas, para respaldar la seguridad regional.
El despliegue polaco de helicópteros y cazas se entiende, así, como un movimiento preventivo, pero también como un mensaje de firmeza a Moscú: Varsovia no permitirá la vulneración de su espacio aéreo sin respuesta.
El delicado equilibrio regional
La tensión entre Rusia y Polonia ilustra el delicado equilibrio de la seguridad europea. Moscú insiste en que no busca provocar un conflicto directo con la OTAN, pero los incidentes en la frontera generan un riesgo real de escalada accidental. Para Polonia, cada incursión representa una amenaza existencial; para Rusia, una oportunidad de medir hasta dónde está dispuesto a llegar el bloque aliado.
Expertos en seguridad advierten que el escenario actual recuerda a una “guerra de nervios”, donde cualquier error de cálculo podría desencadenar una crisis mayor. La combinación de vuelos no tripulados, despliegues aéreos y declaraciones políticas incrementa la posibilidad de incidentes difíciles de controlar.
Varsovia, en el centro del pulso
Con esta nueva decisión, Polonia vuelve a situarse en el centro del pulso geopolítico entre Rusia y Occidente. El país no solo defiende sus fronteras, sino que también se erige como símbolo de la resiliencia de la OTAN frente a la presión rusa.
Lo ocurrido este fin de semana confirma que la región vive uno de sus momentos más delicados en décadas. Mientras Moscú niega y Varsovia reacciona, la pregunta de fondo persiste: ¿cuánto falta para que un incidente fronterizo se convierta en el detonante de una confrontación directa?
Por ahora, el cielo sobre Polonia permanece vigilado, con cazas y helicópteros listos para responder a una amenaza que, aunque todavía difusa, mantiene en vilo a toda Europa.