Rusia acelera su estrategia minera y logística en Asia

Putin ordena aprobar un plan para extracción de tierras raras antes de diciembre

EPA /Aleksey /Babushkin/ Sputnik/ Kremlin Pool​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha dado instrucciones a su gobierno para que apruebe antes del 1 de diciembre un plan de acción destinado a desarrollar a largo plazo la extracción y producción de metales de tierras raras, materiales clave para la industria tecnológica, militar y energética. El Kremlin anunció además que el mandatario ordenó fortalecer la infraestructura logística en el Lejano Oriente, especialmente en los corredores que conectan Rusia con China y Corea del Norte, lo que refuerza la orientación estratégica de Moscú hacia Asia en un momento de creciente aislamiento internacional.

Según el comunicado del servicio de prensa presidencial, el gobierno deberá garantizar el desarrollo de los centros de transporte y mejorar su eficiencia en el Distrito Federal del Lejano Oriente, incluyendo los cruces ferroviarios de los puentes Nizhneleninskoye-Tongjiang y Blagoveshchensk-Heihe, así como el puente en construcción sobre el río Tumannaya. Estas obras son parte de un ambicioso plan de integración económica con China, que en los últimos años se ha convertido en uno de los principales aliados comerciales y geopolíticos de Moscú.

La orden de Putin llega en un momento clave para la economía rusa, que busca nuevas fuentes de ingresos y autosuficiencia tecnológica en medio de las sanciones occidentales impuestas por la guerra en Ucrania. Los metales de tierras raras —como el neodimio, el disprosio o el lantano— son esenciales para la fabricación de imanes, baterías, semiconductores, turbinas eólicas y componentes de defensa. En este contexto, el Kremlin pretende reducir su dependencia de las importaciones y posicionar a Rusia como un actor relevante en un mercado dominado por China, que actualmente concentra más del 70% de la producción mundial.

La iniciativa se enmarca en la política industrial rusa de sustitución de importaciones, orientada a reforzar sectores estratégicos como la energía, la defensa y la minería. De acuerdo con medios económicos rusos, el nuevo plan podría incluir incentivos fiscales y financiación estatal para proyectos de exploración en regiones como Yakutia, Magadán y Chukotka, zonas ricas en minerales críticos pero de difícil acceso debido a las condiciones climáticas extremas.

Además, el impulso a la red logística con Asia busca consolidar rutas alternativas de exportación y transporte frente a la pérdida de acceso a mercados europeos. Los corredores ferroviarios con China y Corea del Norte se están convirtiendo en ejes prioritarios de la cooperación regional. El puente ferroviario Nizhneleninskoye-Tongjiang, inaugurado en 2022, simboliza ese acercamiento: une el territorio ruso de Amur con la provincia china de Heilongjiang y facilita el tránsito de mercancías energéticas y minerales.

Para Putin, fortalecer esta conexión no solo tiene un valor económico, sino también geopolítico. La colaboración con Pekín y Pyongyang refuerza la influencia de Rusia en Asia nororiental, una región clave para su estrategia de diversificación comercial y su intento de construir una red de aliados frente a la presión occidental.

Los analistas destacan que este paso es parte de un giro estructural. Desde 2022, el Kremlin ha impulsado acuerdos mineros, energéticos y logísticos con países asiáticos para compensar la pérdida de acceso a capitales y tecnologías occidentales. La extracción de tierras raras, en particular, se considera un sector de gran potencial para sustituir exportaciones energéticas que han caído por las sanciones.

Sin embargo, el desafío técnico y económico es considerable. Rusia aún carece de la infraestructura y la tecnología necesarias para procesar estos metales a escala industrial. Expertos del Instituto de Energía y Finanzas de Moscú advierten que el país necesitará al menos una década y una fuerte inversión estatal para alcanzar niveles comparables con los principales productores globales.

La combinación de un plan minero a largo plazo y la expansión de la infraestructura oriental sugiere que Moscú apuesta por un modelo económico más orientado hacia Asia y basado en recursos estratégicos. A medida que las sanciones continúan limitando su acceso a Occidente, Rusia busca no solo sobrevivir, sino redefinir su posición global como proveedor de materias primas críticas en la nueva economía tecnológica mundial.