Rubio respalda sanciones del E3 a Irán y reafirma la vía diplomática
Estados Unidos celebra la reimposición de sanciones de la ONU a Irán, impulsadas por Alemania, Reino Unido y Francia, mientras mantiene abierta la opción de un diálogo directo para resolver el conflicto nuclear.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ha respaldado la decisión de Alemania, Reino Unido y Francia de reimponer las sanciones de la ONU contra Irán. Una medida que, en palabras del dirigente estadounidense, “responde al incumplimiento significativo de Teherán de sus compromisos nucleares” y que ha sentado las bases para activar el conocido mecanismo de reinicio rápido, o snapback.
Rubio ha subrayado que la posición de Washington combina firmeza y apertura. “Estados Unidos ha permanecido disponible para un compromiso directo con Irán, en busca de una resolución pacífica y duradera del asunto nuclear”, señaló, recalcando que el recurso al snapback no invalida la voluntad diplomática, sino que, en su opinión, la refuerza.
El movimiento del llamado E3 —Alemania, Reino Unido y Francia— implica restablecer de manera inmediata las restricciones que habían sido levantadas en 2015, cuando se alcanzó el acuerdo nuclear con Irán. Aquel pacto, que supuso un hito diplomático en su momento, quedó progresivamente debilitado por el incumplimiento de los compromisos por parte de Teherán, según denuncian los países firmantes.
Desde Teherán, la reacción no se ha hecho esperar. El viceministro de Exteriores iraní advirtió que la activación del mecanismo conllevará la suspensión de su cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), lo que tensiona aún más la relación con la comunidad internacional.
Este pulso reabre un escenario de incertidumbre en Oriente Medio, con implicaciones directas para la seguridad global y la estabilidad en los mercados energéticos. Mientras, la administración estadounidense busca mantener un delicado equilibrio: apoyar la línea dura de sanciones, pero sin cerrar la puerta a la diplomacia, consciente de que una resolución negociada sigue siendo la vía más sostenible.
En un momento de tensiones renovadas, el mensaje de Washington apunta a una estrategia dual: presión máxima combinada con oferta de diálogo, con la esperanza de reencauzar un conflicto que lleva años marcando la agenda internacional.