Rechazo diplomático en plena escalada

Rusia niega vinculación en los incidentes con drones sobre Dinamarca

Rusia niega vinculación en los incidentes con drones sobre Dinamarca EPA/SERGEI ILNITSKY

Ante las crecientes especulaciones sobre su posible participación en las incursiones de drones que obligaron al cierre temporal de aeropuertos daneses, la Embajada rusa en Dinamarca emitió un comunicado categórico: “rechazamos de forma rotunda las absurdas especulaciones” sobre cualquier implicación. El episodio alimenta una tensión narrativa entre Copenhague y Moscú en plena crisis europea.

La polémica sobre los recientes vuelos no autorizados de drones en el espacio aéreo danés dio un giro diplomático cuando la sede de la Embajada rusa en Dinamarca se pronunció públicamente para desvincular a Moscú de los hechos. En un escueto comunicado, la misión diplomática afirmó que “el lado ruso rechaza categóricamente las especulaciones absurdas sobre su participación en los incidentes”.

La negación llega en un momento de presión creciente sobre las autoridades danesas para atribuir responsabilidades. Las incursiones de drones provocaron el cierre temporal de varios aeropuertos, como Aalborg —que funciona con uso civil y militar—, así como observaciones similares sobre Esbjerg, Sønderborg y la base aérea de Skrydstrup.

Más temprano, el ministro de Defensa danés, Troels Lund Poulsen, subrayó que aunque no se ha confirmado un ataque militar directo contra Dinamarca, el patrón observado en los vuelos apunta a que no se trata de coincidencias: “esto no parece un accidente”. Desde su óptica, hay indicios de un operativo sistemático, con características propias de guerra híbrida.

Esta dinámica establece un enfrentamiento tácito entre la acusación latente y la negación formal. Copenhague, por ahora, no ha presentado evidencias públicas claras que vinculen directamente a Rusia, aunque las autoridades no descartan ninguna hipótesis mientras se refuerzan los mecanismos de investigación y defensa aérea.

Para Rusia, la narrativa oficial suele priorizar la desmentida ante acusaciones internacionales, invocando falta de pruebas o interpretaciones maliciosas. Pero en tiempos de alta tensión geopolítica europea, estas discrepancias no solo tienen impacto simbólico, sino que condicionan la percepción internacional, la respuesta de aliados y la cooperación en seguridad.

Desde la perspectiva de defensa aérea y estabilidad regional, el episodio refuerza una lógica cada vez más audible: que en un contexto de drones, ciberamenazas y operaciones encubiertas, negar o atribuir responsabilidad no basta; se requiere fortalecer la resiliencia estatal, la cooperación aliada y los sistemas de trazabilidad y disuasión aérea.