Tensión en Nueva York: Sánchez contra jueces y medios

Sánchez defiende a su hermano y esposa: “Son inocentes, el tiempo lo demostrará”

Sánchez defiende a su hermano y esposa: “Son inocentes, el tiempo lo demostrará” EUROPAPRESS

Desde Nueva York, el presidente Pedro Sánchez salió al paso de las causas judiciales que rodean a su hermano y a su mujer, cerrando filas en su defensa y cuestionando tanto la actuación judicial como la cobertura mediática.

En un tono visiblemente molesto y con un mensaje cargado de reproches, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, defendió este miércoles la “inocencia” de su hermano, David Sánchez —actualmente procesado—, y de su esposa, Begoña Gómez, quien deberá comparecer este sábado ante el juez Juan Carlos Peinado para ser notificada del procedimiento que la llevará a juicio por un presunto delito de malversación.

“El tiempo pondrá todo en su sitio. Son inocentes”, insistió Sánchez ante los periodistas desplazados a la Asamblea General de la ONU en Nueva York. El acceso a las preguntas fue restringido a cuatro medios seleccionadosEl País, la SER, RNE y El Diario—, lo que provocó comentarios sobre la falta de pluralidad en un asunto de interés público.

El presidente no se limitó a defender a sus familiares, sino que arremetió contra lo que considera un tratamiento mediático sesgado y una actuación judicial cuestionable. “Nos toca defender la verdad, que acabará imponiéndose, y espero que cuando eso suceda tenga la misma repercusión mediática”, señaló con gesto serio, dejando en el aire un recado tanto a los tribunales como a la prensa.

Las reacciones en el Gobierno no se hicieron esperar. Ministros como Félix Bolaños y Pilar Alegría calificaron de “surrealista” y “extraña” la actitud del juez Peinado, poniendo en duda su imparcialidad. Más contundente aún fue la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, quien llegó a ironizar con que “pueden llamar a los de la calle Ferraz para que vayan al jurado popular”, en alusión a las manifestaciones que habitualmente se concentran frente a la sede del PSOE.

Aunque Sánchez evitó repetir la acusación de que “hay jueces haciendo política”, una frase pronunciada recientemente en una entrevista en RTVE, desde el Ejecutivo se insiste en que el magistrado Peinado actúa con la intención de “humillar públicamente” a Gómez. El choque entre el Gobierno y la judicatura se recrudece así en pleno calendario internacional, proyectando la crisis política más allá de las fronteras.

El caso, que ha sacudido la agenda política en España, se convierte en un test de resistencia tanto para el Ejecutivo como para la credibilidad del sistema judicial. La cuestión ahora no es solo jurídica, sino también política y comunicativa: la capacidad del presidente de sostener el relato de inocencia frente a una opinión pública dividida y una oposición en guardia.