EE. UU. endurece su postura comercial frente a Nueva Delhi

Trump impone un arancel del 50% a la India por sus compras de petróleo ruso

La administración Trump da un nuevo giro en la política comercial internacional al sancionar a la India con un arancel total del 50% por su alianza energética con Moscú. Washington considera estas compras una amenaza directa a su seguridad nacional.

En un movimiento que remueve los cimientos del comercio internacional, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado una orden ejecutiva para imponer un arancel adicional del 25% a los productos procedentes de la India. Esta carga se suma a un 25% ya previsto, elevando el arancel total a un 50%. La decisión, anunciada desde la Casa Blanca, responde a la persistencia del gobierno indio en adquirir crudo ruso en plena guerra de Ucrania.

Según el texto oficial, la administración estadounidense considera que estas importaciones "contribuyen directamente a financiar la capacidad militar de Moscú", calificando la actuación india como una “amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos”. La medida entrará en vigor en tres semanas.

La India, tercer mayor importador de crudo del mundo, ha incrementado notablemente sus compras a Rusia desde el inicio del conflicto, aprovechando los descuentos del Kremlin. En cifras, las importaciones de petróleo ruso por parte de India han pasado de representar menos del 2% antes de la guerra a cerca del 36% en 2024. Nueva Delhi ha justificado esta estrategia como una decisión de “interés nacional”, priorizando su seguridad energética en un contexto global incierto.

El endurecimiento arancelario marca un deterioro evidente en la relación entre ambas potencias. Solo unos meses atrás, el primer ministro indio, Narendra Modi, visitaba Washington en un encuentro que parecía reforzar los lazos bilaterales frente al avance de China en Asia. Sin embargo, la reciente orden firmada por Trump apunta a un claro cambio de rumbo, donde las alianzas geoestratégicas se subordinan a la presión energética y comercial.

El contexto no puede ser más delicado. Mientras se endurece la presión contra la India, el enviado especial de Trump para Rusia, Steve Witkoff, se encuentra en Moscú buscando un alto el fuego en Ucrania, con la amenaza explícita de más sanciones si no se alcanza un acuerdo. En paralelo, la orden ejecutiva habilita al Secretario de Comercio a investigar si otros países están importando petróleo ruso, dejando abierta la posibilidad de medidas similares contra otros socios internacionales.

Pese al tono contundente de las sanciones, se han establecido exenciones para sectores estratégicos como el acero, el aluminio, los farmacéuticos y los semiconductores. Aun así, el gobierno de la India ha calificado la medida como “injusta, injustificada e irrazonable”, advirtiendo que responderá con firmeza para proteger sus intereses nacionales.

La tensión entre Nueva Delhi y Washington abre una nueva etapa de incertidumbre en la geopolítica energética global. La imposición de estos aranceles no solo afectará el comercio bilateral, sino que podría empujar a la India a reforzar aún más su relación con Rusia y otros actores asiáticos, reconfigurando el tablero de alianzas globales.