La UE subraya la urgencia de preservar el impulso reformista en Kiev

La Unión Europea urge a Ucrania a acelerar reformas mientras fortalece su camino hacia la adhesión

La UE anima a Ucrania a continuar con las reformas - E P A / G E O R G I L I C O V S K I

La comisaria europea de Ampliación, Marta Kos, afirmó que Ucrania completó en tiempo récord el proceso legislativo para avanzar como candidato a la UE y urgió al país a no frenar su ritmo reformista. Para la Unión Europea, el momento exige reforzar el Estado de derecho, impulsar la transparencia y consolidar instituciones capaces de sostener la democracia más allá de la guerra.

A ojos vista, Ucrania ha demostrado una capacidad de movilización normativa que ha sorprendido incluso a sus aliados más optimistas. En una entrevista con Ukrinform, Marta Kos destacó que el país completó con “resultados sin precedentes” el examen legislativo exigido para avanzar en su candidatura europea. Pero al mismo tiempo, lanzó una advertencia clara: el verdadero reto ahora es mantener el paso de las reformas, porque cuanto más se avance hoy, menos quedará pendiente cuando se abran los diferentes “clústeres” de negociación.

Kos no dejó en el aire la dimensión política del respaldo europeo: “No puedo imaginar una Europa segura si no apoyamos a Ucrania no solo militarmente, sino también ayudando a construir instituciones fuertes que defiendan la democracia, el Estado de derecho y nuestros valores”, afirmó. Este enfoque deja claro que, para Bruselas, la adhesión de Kiev no es solo una cuestión geopolítica, sino una apuesta por la coherencia institucional del bloque.

La visita reciente de la comisaria en Ucrania refuerza el mensaje con hechos. En Úzhgorod, abordó personalmente los desafíos de descentralización y se reunió con representantes de la población húngara y eslovaca en el oeste del país, donde Hungría ha planteado objeciones sobre los derechos de la minoría húngara como elemento para bloquear progresos en el proceso de adhesión. En paralelo, también sostuvo encuentros con actores de la sociedad civil, autoridades regionales y órganos anticorrupción ucranianos con el fin de verificar de cerca el avance y las dificultades en terreno.

El respaldo financiero de Bruselas acompaña esta estrategia política. La UE ya ha comprometido un paquete de ayuda significativo para Ucrania, destinado tanto a reforzar la resiliencia institucional como a impulsar la reconstrucción. Kos ha insistido en que ese respaldo “no es por caridad, sino también por un interés europeo claro”: reforzar la economía, garantizar la seguridad energética e incentivar inversiones europeas en el país invadido.

No todo es un camino despejado. En paralelo al impulso reformista, Kiev ha vivido un episodio de tensión política interna cuando una reforma propuesta para reducir la independencia de organismos anticorrupción generó protestas populares y obligó al Parlamento a dar marcha atrás por unanimidad. Bruselas observó con atención ese episodio como un recordatorio de que el respaldo europeo está condicionado a salvaguardas institucionales irreductibles.

El horizonte que muchos observadores señalan es 2030: con las reformas adecuadas y un avance acelerado, tanto la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, como dirigentes comunitarios han planteado que Ucrania podría ingresar al bloque en esa década. Pero ese cronograma es realista solo si Kiev mantiene el paso y no sucumbe a presiones internas o externas.

En definitiva, el momento exige de Ucrania más que voluntad simbólica: exige ejecución sostenida y compromiso institucional. La UE ofrece respaldo financiero y diplomático, pero también claridad: el acceso al club europeo será un mérito acumulado. Para Kiev, el desafío no es solo vencer al invasor en el campo militar, sino consolidar su lugar en la arquitectura europea mediante gobiernos firmes, justicia independiente y transparencia institucional. Si falla en ese tramo, la promesa de integración podría quedar suspendida en la retórica.