Venezuela eleva el tono tras la incautación del petrolero: Delcy Rodríguez promete que “no quedará impune” y llevará el caso al Consejo de Seguridad de la ONU
Caracas endurece su respuesta después de que Washington confirmara la interceptación del buque Centuries en aguas internacionales, bajo sospecha de transportar crudo sujeto a sanciones. El choque abre un frente legal y diplomático con derivadas para el comercio marítimo, el mercado de petróleo y la escalada política en el Caribe.
“No quedará impune”: el mensaje de Caracas y la vía ONU
La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, condenó la incautación por parte de Estados Unidos de un petrolero frente a la costa venezolana y advirtió que el hecho “no quedará impune”. En un comunicado, anunció que el Gobierno presentará una denuncia ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y activará gestiones en “otros organismos multilaterales” y ante gobiernos de todo el mundo, calificando la operación de “piratería” y conducta “criminal”.
El detonante: EE. UU. confirma la incautación del “Centuries”
La reacción llega después de que el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos confirmara que, en una operación conjunta de la Guardia Costera y el Departamento de Defensa, se interceptó el buque identificado como Motor Tanker Centuries, sospechoso de transportar petróleo sujeto a sanciones. La confirmación se produjo en un contexto de incremento de la presión de la Administración Trump sobre el tráfico de crudo vinculado a Venezuela.
Un punto especialmente sensible: buque “no sancionado” y precedente de escalada
Uno de los elementos que más tensión añade al caso es el debate sobre el encaje legal y el precedente: varias coberturas señalan que el buque en sí no estaría sancionado por EE. UU., aunque la carga se vincula a petróleo sancionado y a rutas de evasión. En términos prácticos, el mensaje es disuasorio para navieras, aseguradoras y traders: el riesgo operativo sube incluso cuando el buque no figure como entidad sancionada.
La dimensión energética: destino Asia y efecto sobre exportaciones
Según reportes de prensa, el “Centuries” transportaba alrededor de 1,8 millones de barriles de crudo venezolano (Merey) con destino a China. Esa variable convierte el episodio en algo más que un pulso bilateral: si las interrupciones se repiten, el flujo exportador venezolano —ya condicionado por sanciones— puede sufrir mayor fricción logística y financiera, y el mercado global puede incorporar prima de riesgo por la incertidumbre geopolítica.
Qué puede ocurrir ahora
A corto plazo, el foco se reparte en tres frentes: (1) el recorrido de la denuncia venezolana en foros multilaterales; (2) la posibilidad de nuevas interdicciones como parte de la estrategia de “bloqueo” anunciada por Washington; y (3) la respuesta operativa de Caracas, incluida una mayor escolta o cambios de logística para embarques. El resultado más probable, mientras tanto, es un periodo de tensión sostenida y mayor escrutinio sobre el transporte marítimo de crudo en el Caribe.