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Venezuela eleva el tono tras la incautación del petrolero: Delcy Rodríguez promete que “no quedará impune” y llevará el caso al Consejo de Seguridad de la ONU

EPA/MIGUEL GUTIERREZ

Caracas endurece su respuesta después de que Washington confirmara la interceptación del buque Centuries en aguas internacionales, bajo sospecha de transportar crudo sujeto a sanciones. El choque abre un frente legal y diplomático con derivadas para el comercio marítimo, el mercado de petróleo y la escalada política en el Caribe.

“No quedará impune”: el mensaje de Caracas y la vía ONU

La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, condenó la incautación por parte de Estados Unidos de un petrolero frente a la costa venezolana y advirtió que el hecho “no quedará impune”. En un comunicado, anunció que el Gobierno presentará una denuncia ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y activará gestiones en “otros organismos multilaterales” y ante gobiernos de todo el mundo, calificando la operación de “piratería” y conducta “criminal”.

El detonante: EE. UU. confirma la incautación del “Centuries”

La reacción llega después de que el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos confirmara que, en una operación conjunta de la Guardia Costera y el Departamento de Defensa, se interceptó el buque identificado como Motor Tanker Centuries, sospechoso de transportar petróleo sujeto a sanciones. La confirmación se produjo en un contexto de incremento de la presión de la Administración Trump sobre el tráfico de crudo vinculado a Venezuela.

Un punto especialmente sensible: buque “no sancionado” y precedente de escalada

Uno de los elementos que más tensión añade al caso es el debate sobre el encaje legal y el precedente: varias coberturas señalan que el buque en sí no estaría sancionado por EE. UU., aunque la carga se vincula a petróleo sancionado y a rutas de evasión. En términos prácticos, el mensaje es disuasorio para navieras, aseguradoras y traders: el riesgo operativo sube incluso cuando el buque no figure como entidad sancionada.

La dimensión energética: destino Asia y efecto sobre exportaciones

Según reportes de prensa, el “Centuries” transportaba alrededor de 1,8 millones de barriles de crudo venezolano (Merey) con destino a China. Esa variable convierte el episodio en algo más que un pulso bilateral: si las interrupciones se repiten, el flujo exportador venezolano —ya condicionado por sanciones— puede sufrir mayor fricción logística y financiera, y el mercado global puede incorporar prima de riesgo por la incertidumbre geopolítica.

Qué puede ocurrir ahora

A corto plazo, el foco se reparte en tres frentes: (1) el recorrido de la denuncia venezolana en foros multilaterales; (2) la posibilidad de nuevas interdicciones como parte de la estrategia de “bloqueo” anunciada por Washington; y (3) la respuesta operativa de Caracas, incluida una mayor escolta o cambios de logística para embarques. El resultado más probable, mientras tanto, es un periodo de tensión sostenida y mayor escrutinio sobre el transporte marítimo de crudo en el Caribe.