Zelenski dice estar listo para convocar elecciones si Estados Unidos y Europa garantizan la seguridad
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, aseguró este martes que está “preparado para celebrar elecciones” pese a la guerra, pero condicionó cualquier convocatoria a que Estados Unidos y los aliados europeos garanticen la seguridad del proceso. El mandatario admitió que, si sus socios logran crear las condiciones necesarias, los comicios podrían organizarse “en los próximos 60 a 90 días”, subrayando que tiene “voluntad y disposición personal” para acudir a las urnas. La decisión reabre el debate sobre la viabilidad de votar en un país todavía bajo amenaza militar.
Zelenski abre la puerta a las urnas en plena guerra
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, afirmó este martes que está “listo para celebrar elecciones” a pesar del contexto de guerra que sigue marcando la vida del país. En declaraciones a periodistas, el mandatario aseguró que no tiene reparos personales ni políticos en someterse al veredicto de las urnas, siempre que se cumpla una condición clave: la garantía de seguridad por parte de los aliados occidentales.
“Tengo la voluntad y la disposición personal para ello”, subrayó el presidente, que se enfrenta al reto de gestionar una guerra prolongada mientras crece en parte de la sociedad el debate sobre la necesidad de renovar el mandato político en plena resistencia frente a Rusia.
Seguridad primero: la condición a Washington y Europa
Zelenski insistió en que el principal obstáculo para organizar elecciones no es la falta de voluntad política en Kiev, sino el riesgo para votantes, candidatos y autoridades electorales bajo la amenaza constante de ataques. Por ello, trasladó a Estados Unidos y a los socios europeos una petición directa: ayuda concreta para garantizar la seguridad del proceso.
El presidente explicó que, si los aliados logran proporcionar las garantías necesarias —desde protección física hasta infraestructura segura para el voto—, los comicios podrían celebrarse en un plazo relativamente corto. “Si nuestros socios consiguen garantizarnos la seguridad, las elecciones podrían celebrarse en los próximos 60 a 90 días”, señaló.
Una ventana de 60 a 90 días para convocar comicios
El horizonte temporal avanzado por Zelenski —entre dos y tres meses— marca un calendario potencial que, sin embargo, está lleno de incógnitas. La organización de elecciones en un país parcialmente devastado, con millones de desplazados internos y refugiados en el extranjero, implicaría desafíos logísticos de enorme envergadura.
A ello se suma la necesidad de asegurar centros de votación, transporte, comunicaciones y recuento en regiones cercanas al frente o expuestas a ataques. De ahí que el presidente recalque que la responsabilidad no será solo de Kiev, sino también de los aliados que han apoyado a Ucrania en el plano militar y financiero desde el inicio de la invasión rusa.
Presión interna y externa por un nuevo mandato
Las palabras de Zelenski se producen en un contexto en el que crece el debate sobre la legitimidad democrática en tiempos de guerra. Por un lado, parte de la población ucraniana y algunos actores internacionales consideran que renovar el mandato a través de las urnas reforzaría la posición de Kiev frente a Rusia y en los foros internacionales.
Por otro lado, celebrar elecciones en plena guerra plantea dilemas de equidad, participación y seguridad. La posibilidad de que millones de ciudadanos en el frente o en el exilio no puedan votar en condiciones de igualdad es uno de los argumentos esgrimidos por quienes piden cautela y priorizar la estabilidad militar.
Un mensaje a los aliados: apoyo que va más allá de las armas
Al condicionar las elecciones a la ayuda de Estados Unidos y Europa, Zelenski lanza también un mensaje político: la defensa de la democracia ucraniana no se limita al suministro de armas o financiación, sino que incluye facilitar la celebración de unos comicios creíbles en condiciones extraordinarias.
La necesidad de recursos, observadores, tecnologías seguras y, posiblemente, despliegues específicos de seguridad sitúa a los socios occidentales ante un escenario complejo. Respaldar elecciones en Ucrania supondría un paso más en su implicación, con implicaciones políticas y logísticas de primer orden.
Un equilibrio delicado entre guerra y democracia
De momento, no hay fecha oficial para la convocatoria, pero la declaración de Zelenski deja clara su intención de no eludir el examen de las urnas si se dan las condiciones. La cuestión es si el país —y sus aliados— pueden asegurar un proceso suficientemente seguro y representativo en medio de la guerra.
En ese equilibrio entre necesidad de legitimidad democrática y realidades militares sobre el terreno se jugará buena parte del futuro político de Ucrania. Las próximas semanas dirán si la disposición de Zelenski se traduce en un calendario electoral claro o queda, por ahora, en una declaración de intención condicionada a la respuesta de sus socios.