Zelenski presiona en Copenhague: “Contamos con la rápida aprobación de las nuevas sanciones de la UE”
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenski, utilizó la cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE) en Copenhague para lanzar un mensaje claro: Kiev espera que la Unión Europea apruebe cuanto antes un nuevo paquete de sanciones contra Rusia.
“Contamos con el sólido 19.º paquete de sanciones de la UE, así como con medidas contundentes de nuestros socios”, afirmó el mandatario en una comparecencia conjunta con la primera ministra danesa, Mette Frederiksen. Zelenski subrayó que el objetivo es reducir todavía más los vínculos económicos con Moscú, especialmente en el sector energético. “Es importante que los países europeos sigan limitando la compra de energía rusa y recortando sus dependencias”, añadió.
La Comisión Europea trabaja desde septiembre en el nuevo paquete de medidas, que incluiría restricciones adicionales a las exportaciones de bienes industriales y tecnológicos hacia Rusia, sanciones financieras y limitaciones al sector energético, en particular al gas natural licuado (GNL). Bruselas ya ha aprobado 18 rondas de sanciones desde el inicio de la invasión en febrero de 2022, pero el debate interno sigue siendo complejo, con resistencias de algunos Estados miembros que mantienen una fuerte exposición a la energía rusa.
Zelenski también abordó las recientes declaraciones del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, quien volvió a cuestionar la estrategia comunitaria hacia Ucrania. El presidente ucraniano respondió con firmeza: “Nadie puede bloquear nuestro acceso a la UE”. Sus palabras reflejan la tensión con Budapest, que en varias ocasiones ha ralentizado las decisiones europeas en materia de ayuda militar y financiera a Kiev.
En paralelo, el líder ucraniano defendió la legitimidad de las acciones de su ejército contra infraestructuras en territorio ruso. “Nunca son ataques, sino respuestas”, enfatizó, recordando que hasta ahora Ucrania ha empleado únicamente armamento de fabricación nacional en este tipo de operaciones. No obstante, dejó entrever que esto podría cambiar tras su reciente encuentro con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. “Quizás tengamos algo más”, dijo en alusión a la posible entrega de armas de largo alcance por parte de Washington.
Las declaraciones llegan en un momento clave para Kiev, que busca asegurar tanto el respaldo europeo como el estadounidense para afrontar el invierno. En el frente, la guerra se encuentra en un punto de estancamiento, con ataques puntuales a infraestructuras energéticas y logísticas que se han convertido en la principal estrategia de desgaste de ambos bandos.
Para la UE, la presión de Zelenski coincide con un debate interno sobre cómo mantener la unidad en torno a las sanciones. Mientras países como Polonia, los bálticos o Dinamarca reclaman endurecer al máximo la política contra Moscú, otros como Hungría o Eslovaquia mantienen reservas por el impacto económico. Aun así, Bruselas insiste en que el compromiso con Kiev es “inquebrantable” y confía en que el Consejo Europeo de octubre pueda cerrar un acuerdo.
El 19.º paquete de sanciones no solo busca debilitar la capacidad económica de Rusia, sino también enviar un mensaje político de firmeza. Con Moscú tratando de redirigir sus exportaciones hacia Asia y de sortear las restricciones con intermediarios, los europeos quieren demostrar que su estrategia sigue siendo efectiva y que no habrá resquicios en el apoyo a Ucrania.
En Copenhague, Zelenski reforzó precisamente ese mensaje: Ucrania sigue contando con Europa. Y ahora, con la guerra en su tercer año, lo que está en juego es mantener viva esa alianza frente a las dudas internas y las amenazas externas.