El IBEX 35 rebota a la espera de Nvidia y de paz en Ucrania

Ibex
El selectivo español sube un 0,39% hasta los 15.889 puntos tras una sesión muy volátil, marcada por los rumores de un alto el fuego entre Rusia y Ucrania y por la expectación ante los resultados de Nvidia, clave para el rally global de la inteligencia artificial y, por extensión, para el comportamiento de Wall Street y del Dow Jones.

El IBEX 35 consiguió cerrar este miércoles con un rebote del 0,39%, en los 15.889 puntos, tras una jornada de auténtica montaña rusa en la que el sentimiento pasó del pesimismo al optimismo impulsado por dos factores: los rumores de un acuerdo de paz inminente entre Rusia y Ucrania, adelantados por Politico, y la cuenta atrás para los resultados de Nvidia, valorada en 4,5 billones de dólares y convertida en el principal barómetro del trade de la inteligencia artificial. Aunque el índice llegó a subir cerca de un 1% a una hora del cierre, fue perdiendo fuelle en la recta final, reflejando un mercado que quiere creer en el rebote, pero que sigue mirando de reojo tanto al frente geopolítico como al comportamiento de los grandes índices estadounidenses, incluido el Dow Jones.

La sesión dejó fuertes rotaciones sectoriales: subidas en químicas, materiales, aerolíneas y construcción, castigo a los valores de defensa y movimientos paralelos en Europa, donde el STOXX 600 cerró prácticamente plano a la espera del veredicto de Nvidia sobre la sostenibilidad de las valoraciones ligadas a la IA.

IBC_2025-11-19_21-33-31

Sesión de montaña rusa en el IBEX

El comportamiento del IBEX 35 reflejó a la perfección el cambio de narrativa a lo largo de la jornada. Por la mañana, el tono era de cautela, en línea con las caídas recientes en Europa y el temor a que la corrección tecnológica se prolongara.

A medida que avanzó el día, los rumores publicados por Politico sobre un posible acuerdo de paz esta misma semana entre Rusia y Ucrania cambiaron por completo el sesgo del mercado. El índice llegó a anotarse en torno a un 1% de subida, antes de desinflarse parcialmente y terminar con un +0,39%. El mensaje implícito es que, aunque los inversores están dispuestos a tomar riesgo en cuanto aparece una narrativa positiva, la prudencia sigue dominando las decisiones de cierre de sesión.

Rumores de alto el fuego: rotación inmediata de sectores

Según las informaciones recogidas por el diario especializado, las negociaciones entre Moscú y Kiev se habrían intensificado y podrían desembocar en un acuerdo «inminente». Sin embargo, las fuentes citadas apuntan a que los detalles siguen siendo “vagos” y subsisten diferencias importantes sobre las garantías de seguridad, los términos concretos del alto el fuego y el papel de terceros países.

Pese a la falta de concreción, la reacción del mercado fue inmediata. Los sectores que se beneficiarían de una distensión geopolítica —como químicas, materiales, transporte aéreo o construcción— se movieron al alza con fuerza, mientras que los valores ligados a la defensa sufrieron una acusada recogida de beneficios.

Un termómetro de este giro fue la cesta UBS Ukraine Ceasefire, que agrupa compañías europeas especialmente sensibles a una mejora de la situación en Ucrania: llegó a rebotar hasta un 3%, señal de que los inversores concedieron un grado significativo de credibilidad al rumor. En el plano europeo, el índice sectorial de aeroespacial y defensa cayó un 2,3% hasta su nivel más bajo desde principios de septiembre.

El examen de Nvidia y el impacto en los índices globales

El segundo gran factor de la sesión fue la cuenta atrás para los resultados de Nvidia, que se publican al cierre de Wall Street y que son percibidos como una prueba de fuego para el rally impulsado por la inteligencia artificial. La compañía, con una capitalización de 4,5 billones de dólares, es el último de los llamados “Siete Magníficos” en presentar cuentas y tiene un peso enorme en los principales índices, incluidos el S&P 500, el Nasdaq y, de forma indirecta, el propio Dow Jones a través del sentimiento de mercado.

Como recordaban los analistas, el listón está extraordinariamente alto: el temor no es tanto a unos malos resultados como a que incluso unas cifras sólidas no basten para justificar las valoraciones actuales. Si Nvidia decepciona —por resultados o por guía—, la corrección de noviembre en los valores de crecimiento podría prolongarse y contagiar a los índices europeos, que este miércoles optaron por un tono de espera: el STOXX 600 cerró plano, mientras el DAX alemán cedió un 0,1%, el CAC 40 francés un 0,2% y el FTSE 100 británico en torno a un 0,5%.

«Lo que el mercado intenta averiguar ahora con Nvidia es si existe un crecimiento y una rentabilidad subyacentes reales, o si la valoración se ha desvinculado de los fundamentales», resumía Michael Field, estratega jefe de renta variable en Morningstar, subrayando que la confianza en la IA «ya no afecta solo a Estados Unidos, sino a todos».

Ganadores y perdedores del día en el IBEX 35

Dentro del IBEX 35, la sesión dejó un claro contraste entre sectores castigados y favorecidos. Por el lado de las caídas, la peor parte fue para Endesa, que se dejó un 3,97%, en un contexto de mayor sensibilidad del mercado a los riesgos regulatorios y a la evolución de los tipos de interés.

Le siguió Indra, que retrocedió un 3,3%, penalizada por el giro bajista del sector defensa tras los rumores de alto el fuego. Acciona Energía cerró con un descenso del 3%, Acciona, que a su vez cayó en torno a un 1,6%.

En el lado positivo, ArcelorMittal encabezó las subidas con un +2,8%, seguida de Acerinox con un +2,2%, en línea con el repunte de los valores de materiales ligados al ciclo económico. IAG se revalorizó un 1,7%, beneficiada por la lectura positiva que un eventual alto el fuego tendría para el tráfico aéreo y los costes energéticos. Santander e Inditex avanzaron alrededor de un 1,6%, aportando soporte adicional a un índice que, pese a la volatilidad, consiguió cerrar en verde.

Europa se mantiene en compás de espera

Más allá de España, las bolsas europeas optaron por un cierre prácticamente estable tras la fuerte caída de la víspera, cuando el STOXX 600 se dejó un 1,7%, su peor jornada en más de tres meses por el temor a que el repunte tecnológico global se hubiera convertido en una burbuja.

Este miércoles, el STOXX 600 terminó en 561,71 puntos, sin variación, mientras la mayoría de índices nacionales registraron ligeros descensos. La jornada tuvo un denominador común: la mayoría de los inversores prefirió no tomar posiciones fuertes antes de conocer la letra pequeña de las cuentas de Nvidia y de calibrar hasta qué punto la narrativa de la IA sigue respaldada por resultados y márgenes o si, por el contrario, el mercado ha ido demasiado lejos en sus expectativas.

En paralelo, las señales de un nuevo impulso diplomático liderado por Estados Unidos para poner fin a la guerra en Ucrania presionaron a la baja a los títulos de aeroespacial y defensa, que tocaron mínimos de seis semanas.

Qué vigila ahora el mercado

El cierre del IBEX 35 con un rebote moderado pero lejos de máximos intradía deja un mensaje de fondo: la bolsa española se beneficia de cualquier narrativa que apunte a una distensión geopolítica y a la consolidación del ciclo económico europeo, pero sigue condicionada por la dependencia de los grandes flujos globales asociados a la tecnología y a la inteligencia artificial.

El próximo movimiento dependerá, en gran parte, de dos vectores: por un lado, de si los rumores de paz en Ucrania se traducen en un acuerdo concreto y verificable; por otro, de si Nvidia confirma con sus cifras que el rally de la IA tiene “fundamentos suficientes” o si, como temen algunos gestores, el mercado deberá reajustar expectativas.

En ese escenario, el comportamiento de los índices estadounidenses —con un Dow Jones especialmente sensible a los cambios de percepción sobre el ciclo y el riesgo— marcará el tono de las próximas sesiones. Para el IBEX y para el resto de Europa, el reto será navegar entre estos dos focos de incertidumbre sin perder de vista que, detrás de la volatilidad del corto plazo, el mercado sigue midiendo, una y otra vez, hasta dónde llega la paciencia de los inversores con las valoraciones actuales.