El Dow Jones sube 75 puntos impulsado por Amazon, pero la Reserva Federal apaga la fiesta bursátil
El repunte de Amazon, que sube más de un 10% tras batir récords en su negocio en la nube, contagia el entusiasmo a Wall Street y a los inversores globales. Sin embargo, los comentarios de la Reserva Federal moderan el optimismo: el dólar se fortalece y las expectativas de nuevos recortes de tipos se desvanecen.
Las bolsas internacionales cerraron la semana con un tono positivo, impulsadas por los resultados de los gigantes tecnológicos. Amazon lideró la escalada con un incremento superior al 10%, tras revelar un crecimiento de ingresos en su división de servicios en la nube al ritmo más alto de los últimos tres años. Su previsión de ventas por encima de las estimaciones devolvió confianza a los inversores, aliviando las dudas sobre las valoraciones de las grandes tecnológicas.
Apple, por su parte, cedió un 0,3% tras alcanzar un nuevo máximo intradía, aunque sus cifras también superaron las expectativas de Wall Street. La compañía registró un sólido desempeño en las ventas del iPhone 17, impulsando sus ingresos globales en un trimestre marcado por la fortaleza del consumo tecnológico.
Los buenos resultados consolidaron la narrativa de la inteligencia artificial como motor del mercado. “La IA está más viva que nunca. Las compañías están invirtiendo cantidades récord en infraestructura y centros de datos para soportar esta ola tecnológica”, explicó Jake Seltz, gestor de cartera en Allspring.
En Wall Street, los principales índices cerraron al alza: el Dow Jones avanzó un 0,16%, el S&P 500 un 0,56% y el Nasdaq un 1,08%. El indicador tecnológico se encamina hacia su séptima subida mensual consecutiva, una racha no vista desde 2018, impulsada por el renovado apetito por los valores de crecimiento.
En Europa, el índice paneuropeo STOXX 600 retrocedió un 0,53%, afectado por unos resultados corporativos dispares y por la confirmación de que la inflación de la zona euro sigue contenida, lo que refuerza la estrategia de prudencia del Banco Central Europeo.
El foco, sin embargo, se trasladó a la política monetaria de Estados Unidos. Los comentarios de varios miembros de la Reserva Federal reavivaron la cautela entre los operadores. El presidente de la Fed de Kansas City, Jeffrey Schmid, justificó su voto en contra del último recorte de tipos por considerar que la inflación “sigue demasiado alta”. Su homóloga en Dallas, Lorie Logan, coincidió en que no debería haber más reducciones en diciembre.
El mensaje fue claro: la Fed mantiene el pulso ante la inflación. Esa posición provocó un fortalecimiento inmediato del dólar, que avanzó un 0,3% hasta situarse en 99,77 puntos frente a una cesta de divisas. El euro, en cambio, retrocedió a 1,1531 dólares. El billete verde encadena así su segunda semana de subidas y una ganancia mensual cercana al 1%.
En Asia, el Banco de Japón optó por mantener sin cambios los tipos de interés, pese a la presión de los mercados ante una inflación persistente. El yen se apreció ligeramente, mientras el ministro de Finanzas japonés advirtió que seguirá vigilando con “sentido de urgencia” la volatilidad cambiaria.
En el mercado de materias primas, el petróleo estadounidense se situó en 60,74 dólares el barril y el Brent en 65,05, ambos con ligeros avances. La rentabilidad del bono estadounidense a diez años cayó hasta el 4,08%, reflejo de la búsqueda de refugio ante la incertidumbre monetaria.
El cierre de octubre deja una imagen dual del mercado: las tecnológicas marcan el ritmo y apuntalan la confianza, pero la política de la Reserva Federal vuelve a recordar que la euforia tiene límites. La batalla entre crecimiento e inflación sigue abierta, y el dólar, por ahora, lleva la ventaja.