El ASX 200 salta y el Nikkei 225 se mantiene: Asia-Pacífico avanza antes de los datos de EE. UU.
Las bolsas de Asia-Pacífico cotizan mayoritariamente al alza este martes, siguiendo el tono positivo de Wall Street y con los inversores ajustando posiciones antes de nuevas referencias macro de Estados Unidos, especialmente sobre actividad y confianza del consumidor. Con la semana navideña reduciendo liquidez en varios mercados, cualquier sorpresa en los datos podría amplificar movimientos.
Asia-Pacífico abre en positivo con Australia liderando
Las principales bolsas de Asia-Pacífico cotizan mayoritariamente al alza este martes 23 de diciembre, en una sesión marcada por dos fuerzas que suelen dominar el tramo final del año: el arrastre de Wall Street y la cautela previa a un nuevo paquete de datos macroeconómicos en Estados Unidos. El balance regional es constructivo, aunque no uniforme, reflejando un mercado que intenta prolongar el impulso de finales de la semana pasada sin perder de vista que la liquidez y el volumen tienden a caer a medida que se acercan las festividades.
En el detalle, Australia destaca como el principal motor del día: el S&P/ASX 200 cerró con una subida de 1,10%, consolidando el mejor tono del bloque. En China continental, los avances fueron más moderados, con el Shanghai Composite subiendo 0,11% y el Shenzhen Composite ganando 0,30%. Corea del Sur también se inclinó al alza, con el Kospi Composite repuntando 0,27%.
La excepción principal fue Hong Kong, donde el Hang Seng cedía 0,14%, un recordatorio de que, incluso en días de sesgo positivo, la región no se mueve como un bloque: pesan las particularidades de cada plaza (sectorial, flujos y sensibilidad al ciclo global). Por su parte, Japón mostraba un comportamiento prácticamente plano, con el Nikkei 225 sin cambios relevantes en la apertura europea de la jornada.
El mercado mira a Estados Unidos: actividad y confianza del consumidor
El catalizador que ordena la sesión es la expectativa de nuevas cifras desde Estados Unidos vinculadas a actividad económica y confianza del consumidor. En condiciones normales, estos indicadores ya son relevantes; en una semana acortada por Navidad, lo son más, porque pueden alterar de forma rápida las expectativas sobre el ritmo de crecimiento y, por extensión, sobre la senda de la política monetaria. El mecanismo es simple: si el dato sugiere resiliencia, el mercado puede asumir que la Reserva Federal tendrá menos prisa por relajar condiciones; si apunta a enfriamiento, se reavivan apuestas por recortes de tipos en 2026.
Para Asia, este foco estadounidense tiene doble efecto. Primero, por el canal financiero: la dirección de Wall Street condiciona el apetito por riesgo global y los flujos hacia renta variable asiática. Segundo, por el canal de divisas y comercio: cambios en expectativas de tipos de la Fed suelen reflejarse en el dólar, lo que impacta directamente en exportadores, importadores de energía y activos denominados en moneda local.
Divisas: el dólar cede frente al yen en un entorno de prudencia
En el mercado de divisas, el dólar se negociaba con debilidad frente al yen, bajando 0,61% hasta situarse en torno a 156,045 yenes por dólar. Este movimiento suele interpretarse como una combinación de ajuste técnico y búsqueda de estabilidad: cuando se aproxima un evento de datos (o un tramo de menor liquidez), el yen tiende a comportarse como activo relativamente defensivo dentro del espacio G10.
En paralelo, la lectura regional de este cruce también es relevante para Japón: un yen más firme puede aliviar presiones importadas en energía y materias primas, pero también moderar el impulso de los exportadores si la apreciación se intensifica. Con el Nikkei 225 estable, el mercado parece optar por una postura de “esperar y ver”, dejando que sea el dato estadounidense el que defina el siguiente tramo.
Un cierre de año con menos liquidez: más sensibilidad a titulares
La microestructura importa en esta semana. En el entorno navideño, el volumen suele caer, y con él aumenta la sensibilidad a noticias inesperadas: un titular sobre macro, una sorpresa en un indicador adelantado o un cambio de tono en declaraciones oficiales puede provocar movimientos desproporcionados. Esto no implica necesariamente más volatilidad intradía en todos los activos, pero sí incrementa el riesgo de bandazos puntuales, especialmente en índices con fuerte componente tecnológico o en sectores muy expuestos a tipos.
En ese sentido, el patrón que se observa en Asia-Pacífico encaja con un mercado “constructivo pero prudente”. Australia lidera con claridad, China avanza sin euforia, Corea acompaña y Hong Kong actúa como contrapeso. El comportamiento mixto sugiere que los inversores están dispuestos a sostener el riesgo, pero sin comprometerse del todo antes de la próxima referencia macro desde Estados Unidos.
Claves a vigilar en la sesión
Para el inversor, la sesión se resume en tres preguntas operativas. Primera: ¿el dato estadounidense validará un escenario de desaceleración ordenada o reintroducirá dudas sobre la fortaleza del consumo? Segunda: ¿la reacción del dólar consolidará el movimiento frente al yen o se revertirá si el mercado revalida un “higher for longer” en tipos? Tercera: ¿se mantendrá el liderazgo tecnológico que viene marcando el pulso de Wall Street y, por contagio, del sentimiento global?
Por ahora, Asia-Pacífico navega con una brújula clara: seguir el sesgo positivo de Estados Unidos, pero con el pie en el freno hasta conocer los datos. En una semana donde la liquidez es un factor tan importante como la macro, el mercado vuelve a premiar la paciencia: el próximo impulso, probablemente, lo marcará la estadística.