Escándalo en el cruce de criptomonedas, política y geopolítica

Binance niega vínculos con la moneda estable de Trump y el posible indulto a Zhao

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El director ejecutivo de Binance, Richard Teng, ha negado rotundamente cualquier implicación de la compañía en el desarrollo o promoción de la moneda estable USD1, asociada a Donald Trump. Las declaraciones se producen tras un artículo del Wall Street Journal que vincula a Binance con la financiación de una operación multimillonaria en Abu Dhabi que presuntamente buscaba influir en la política estadounidense.

En una entrevista con CNBC publicada este martes, Teng fue tajante: “No participamos en ninguna decisión sobre USD1. Esa fue una elección exclusiva de MGX”, en referencia a la firma de inversión con sede en Abu Dhabi que, según el informe, canalizó 2.000 millones de dólares en Binance utilizando la moneda estable respaldada por Trump.

El artículo del Wall Street Journal aseguraba que Binance no solo facilitó la operación con MGX, sino que también habría contribuido a desarrollar la tecnología de USD1, una stablecoin que ha ganado notoriedad por su vinculación con la plataforma World Liberty Financial (WLFI), la cual mantiene lazos con DT Marks DEFI LLC, empresa asociada directamente a la familia Trump. Según el informe, DT Marks recibe una parte significativa de los ingresos generados por WLFI y posee tokens WLFI, lo que refuerza el vínculo entre la iniciativa cripto y el presidente estadounidense.

La controversia gira en torno a una posible maniobra geopolítica: se especula que la inversión realizada por MGX, con apoyo indirecto de Binance, podría haber tenido como objetivo influir en la decisión del presidente Trump de conceder un indulto a Changpeng Zhao, fundador y antiguo CEO de la compañía, actualmente enfrentando cargos legales en Estados Unidos.

Teng intentó desmarcarse de cualquier insinuación de tráfico de influencias o manipulación política. “Binance es una empresa global con estrictos principios de neutralidad. No nos implicamos en agendas políticas ni en operaciones con fines judiciales”, afirmó. También añadió que USD1 ya estaba listada en otros exchanges y que su uso por parte de MGX fue puramente transaccional, no estratégico.

Sin embargo, el caso pone de relieve una creciente preocupación sobre el papel que están jugando las criptomonedas en la política internacional. El auge de monedas digitales vinculadas a figuras políticas plantea interrogantes sobre transparencia, regulación y conflictos de interés. USD1, en particular, ha sido descrita como una herramienta para construir un sistema financiero alternativo alineado con la visión económica de Trump, lo que ha intensificado el escrutinio.

La Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC) y otros organismos regulatorios ya están investigando si la relación entre Binance, MGX y WLFI puede haber violado normativas sobre financiamiento de campañas o influencia extranjera en la política interna. A ello se suma la complejidad de que MGX opera en un país del Golfo, y la transferencia de fondos hacia una plataforma bajo vigilancia estadounidense podría tener implicaciones de seguridad nacional.

Mientras tanto, Binance sigue enfrentando una serie de desafíos regulatorios globales. Con la salida de Zhao, Richard Teng ha asumido la misión de reconstruir la reputación de la compañía y distanciarla de los escándalos del pasado. “Queremos enfocarnos en el cumplimiento normativo, en la innovación legítima y en recuperar la confianza del mercado”, reiteró durante la entrevista.

Por su parte, World Liberty Financial ha defendido la legitimidad de su operación y de USD1, afirmando que se trata de una stablecoin respaldada por activos reales y transparente para los usuarios. DT Marks, hasta ahora, no ha emitido declaraciones públicas sobre el caso.

La conexión entre tecnología financiera, figuras políticas y relaciones internacionales se vuelve cada vez más difusa, especialmente en un entorno donde las criptomonedas avanzan más rápido que las leyes. Este caso podría marcar un antes y un después en la manera en que se entienden las implicaciones éticas y legales de las monedas digitales con respaldo político.