Las bolsas Asiáticas se tiñen de rojo tras el colapso tecnológico en Wall Street
Las bolsas asiáticas registran caídas significativas tras el desplome tecnológico en Wall Street, mientras la incertidumbre sobre la inteligencia artificial y el prolongado cierre de gobierno en EE. UU. elevan la volatilidad y el miedo inversor a nivel global.
Desde Tokio hasta Seúl, el despertar no fue prometedor: las bolsas asiáticas amanecieron con caídas pronunciadas, reflejando el golpe sufrido en Wall Street. ¿Pero qué está detrás de este desplome sincronizado? Nadie puede obviar el clima de duda que genera la inteligencia artificial y un cierre gubernamental estadounidense que ya rompe récords —llevando más de un mes sin resolución. Es un cuadro que pinta a los inversores con nervios a flor de piel.
Impacto inmediato en los mercados asiáticos
El Nikkei de Tokio no se resistió a la presión y firmó una caída superior a 1.300 puntos, un descenso del 2,5%. Al otro lado, el Kospi de Corea del Sur se desplomó casi 3%, arrastrado por las acciones tecnológicas y de los gigantes fabricantes de chips como Samsung Electronics y SK Hynix. Y si alguien pensaba en un respiro, SoftBank lo desmintió con un batacazo superior al 14%, seguido por Advantest que cedió más del 8%.
¿La causa de tanto movimiento? Las señales contradictorias sobre la rentabilidad que podrían ofrecer las inversiones en inteligencia artificial, un sector que ha generado entusiasmo pero que, en este momento, está sembrando más dudas que certezas.
Las tecnológicas, bajo presión intensa
Es curioso cómo un sector que prometía ser el motor del crecimiento actual muestra signos de vulnerabilidad extrema. Los fabricantes de chips, piedra angular de este ecosistema tecnológico, están siendo los más castigados. Esto no solo impacta a Asia, sino que genera ecos que reverberan en Wall Street y más allá.
Factores que incrementan la volatilidad global
La combinación explosiva se completa con declaraciones preocupantes de grandes pesos pesados del mundo financiero. Ejecutivos de Goldman Sachs, Morgan Stanley y BlackRock no se andan con rodeos y pronostican caídas adicionales de entre el 10% y el 20%. ¿Un vaticinio pesimista? Sin duda, pero cargado de razones que el mercado ya está descontando.
El índice de volatilidad VIX, conocido popularmente como el 'indicador del miedo', escaló un 10%, lo que refleja un ambiente de incertidumbre y desconfianza que atenaza a los inversores. Mientras tanto, los metales preciosos como el oro y la plata apenas consiguen avanzar tímidamente, en contraste con un dólar que se fortalece de forma implacable, superando los 100,15 puntos en su índice, reafirmándose como refugio seguro.
Perspectivas para Europa y América
Los futuros europeos no prometen un respiro inmediato. Las señales apuntan hacia un inicio de jornada con pérdidas, siguiendo la estela de Wall Street. La jornada del miércoles pinta rojo intenso en el mapa financiero global, una mala noticia para quienes buscaban alivio tras días convulsos.
Para agregar más leña al fuego, el cierre gubernamental estadounidense, ya convertido en el más prolongado de la historia, genera tensiones adicionales que dificultan el panorama económico mundial. A estas alturas, la pregunta que ronda en algunos despachos es inevitable: ¿cuándo se podrá recuperar la confianza y qué se necesitará para ello?