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CEO de Walmart se jubila, adios a Doug McMillon

Por Wikideas1 - Trabajo propio, CC0
El presidente y consejero delegado deja el cargo tras una década en la que el gigante minorista ha cuadruplicado su valor en bolsa y se ha lanzado a una transformación tecnológica marcada ahora por la inteligencia artificial.

Walmart ha anunciado la retirada de Doug McMillon como presidente y consejero delegado del grupo, un relevo que se hará efectivo el 1 de febrero, cuando será sustituido por John Furner, actual CEO de Walmart U.S.. El cambio se produce en un momento clave para la mayor minorista de Estados Unidos, con las tarifas presionando a la economía, el escrutinio creciente de consumidores y Gobierno sobre la asequibilidad de los precios y en plena transformación por la inteligencia artificial, que la compañía espera que acabe impactando en los más de dos millones de empleos de su plantilla global.

El movimiento se enmarca en una transición ordenada que replica el esquema seguido cuando McMillon asumió el cargo en 2013 y busca garantizar continuidad en la estrategia mientras el grupo afronta un entorno de consumo y costes especialmente exigente.

Un relevo en la cúpula del mayor minorista de EEUU

Según el anuncio oficial, John Furner, de 51 años, tomará el relevo de McMillon, de 59, como CEO de Walmart Inc. el próximo 1 de febrero. Hasta ahora, Furner ejercía como presidente y consejero delegado de Walmart U.S., la división que concentra el grueso de la actividad del grupo en su mercado doméstico.

El presidente del consejo, Greg Penner, destacó que el nuevo máximo ejecutivo es un directivo «capaz de entregar resultados viviendo nuestros valores», subrayando tanto su trayectoria interna como su alineamiento con la cultura corporativa del grupo. La empresa insiste en que el relevo responde a una planificación de largo plazo, sin giros bruscos en la estrategia.

El legado de Doug McMillon: valor en bolsa y escala global

McMillon asumió la dirección de Walmart en noviembre de 2013. Desde entonces, la cotización de la compañía se ha cuadruplicado, duplicando el comportamiento de los principales competidores del sector minorista en ese mismo periodo. Bajo su mandato, Walmart ha acelerado su transición digital, reforzado su negocio de e-commerce y apostado por nuevos servicios asociados a su red de tiendas físicas.

En cifras, el grupo supera los 680.000 millones de dólares de ingresos anuales y se sitúa en la cima del Fortune 500. Cada semana, Walmart atiende a unos 270 millones de clientes y socios a través de más de 10.750 tiendas y clubes en 19 países, además de múltiples plataformas digitales.

Aunque dejará la primera línea ejecutiva, McMillon continuará ligado a la compañía: permanecerá en el consejo de administración hasta junio de 2026 y actuará como asesor hasta enero de 2027, lo que garantiza un periodo de transición prolongado.

John Furner, un “lifer” al frente de la siguiente etapa

Furner representa el perfil clásico de directivo formado desde dentro. Se incorporó a Walmart en 1993 como empleado por horas, ha pasado por distintos puestos de responsabilidad y llegó a ser CEO de Sam’s Club U.S. y responsable de marketing de Walmart China antes de asumir la dirección de la operación estadounidense. También fue presidente de la National Retail Federation, la principal patronal del comercio minorista.

Su nombramiento envía un mensaje claro al mercado: Walmart apuesta por alguien que conoce de primera mano la operativa de tienda, el negocio de clubes de compra y las particularidades del mercado internacional. Esa combinación será clave para gestionar una etapa marcada por la presión sobre los márgenes y la necesidad de equilibrar precios competitivos con inversión en tecnología.

Tarifas, precios y la presión de consumidores y reguladores

El relevo se produce en un entorno en el que las tarifas comerciales están pesando sobre la economía estadounidense y encareciendo parte de la cadena de suministro. Para una empresa que ha construido su marca en torno a la promesa de precios bajos, cualquier tensión en costes se traduce en un delicado ejercicio de equilibrio.

Walmart afronta simultáneamente la presión de los consumidores, que reclaman productos asequibles en un contexto de pérdida de poder adquisitivo, y la del Gobierno, que vigila de cerca las políticas de precios y la evolución del coste de la cesta básica. La capacidad de Furner para gestionar ese doble foco será uno de los ejes centrales de su mandato.

La transformación por la inteligencia artificial

Otro de los frentes abiertos es la transformación por la inteligencia artificial (IA). McMillon ha defendido que la IA «cambiará de alguna manera cada uno de los más de dos millones de puestos de trabajo» de la compañía, desde la gestión de inventarios hasta la atención al cliente, pasando por la logística y el análisis de datos.

Walmart se encuentra en las primeras fases de este proceso, que combina automatización, nuevas herramientas digitales y reorganización de tareas. Para Furner, el reto será desplegar esta estrategia sin erosionar la cultura interna ni la relación con una plantilla masiva, y asegurando que la adopción de IA se traduce en eficiencias reales y mejoras en la experiencia de compra.

Lo que espera Wall Street

La compañía presentará sus resultados trimestrales la próxima semana, y los analistas de Wall Street tienen claro que, más allá de las cifras, la atención estará en las primeras pistas sobre los planes de Furner. El mercado querrá saber si mantendrá el actual ritmo de inversión en tecnología, cómo piensa navegar el entorno de tarifas y qué margen ve para seguir creciendo en un contexto de consumo más frágil.

Por ahora, el mensaje oficial de Walmart es de continuidad controlada: un relevo interno, un expresidente que permanece en el consejo y una hoja de ruta marcada por la disciplina operativa, la tecnología y el foco en el cliente. La próxima fase dependerá de la habilidad de John Furner para demostrar que puede mantener el impulso heredado de McMillon… y adaptarlo a un entorno económico y competitivo que cambia más rápido que nunca.