China contraataca en la guerra comercial

China aplica tarifas a barcos estadounidenses y eleva la tensión comercial con EE.UU.

China aplica tarifas a barcos estadounidenses y eleva la tensión comercial con EE.UU.

El Ministerio de Transporte de China anunció este lunes la imposición de nuevas tasas portuarias dirigidas a barcos estadounidenses, en respuesta a la escalada arancelaria iniciada por Estados Unidos. La medida, que entrará en vigor el 14 de octubre, busca proteger los intereses del sector naviero chino y agrava la creciente tensión comercial entre ambas potencias.

Según el comunicado oficial, los nuevos cargos afectarán a barcos de propiedad o gestión estadounidense, incluyendo empresas, organizaciones, individuos, embarcaciones con bandera estadounidense y barcos construidos en EE. UU. El arancel será de 400 yuanes por tonelada neta (aproximadamente 56 dólares), una medida que Beijing define como necesaria para salvaguardar el desarrollo de su industria marítima.

La decisión se produce en el marco de la reciente escalada comercial impulsada por Donald Trump, quien el pasado viernes anunció un arancel adicional del 100% sobre productos chinos, en respuesta a los controles de exportación de tierras raras. El gobierno chino advirtió previamente que tomaría “medidas resolutas” para proteger sus intereses estratégicos, y esta nueva tasa portuaria es un ejemplo directo de esa postura.

Por su parte, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, afirmó que no necesariamente deben aplicarse aranceles adicionales, dejando abierta la posibilidad de negociación y reducción de tensiones. Sin embargo, los mercados ya reaccionaron ante la medida, anticipando incrementos en los costos logísticos y posibles represalias comerciales, lo que podría afectar tanto a empresas estadounidenses como a la estabilidad del comercio internacional.

Expertos en economía internacional destacan que la imposición de tarifas sobre embarcaciones es un recurso poco habitual en la guerra comercial, que apunta directamente a la capacidad operativa y logística de Estados Unidos, en lugar de limitarse únicamente a productos o mercancías. Esto refuerza la idea de que China busca instrumentos estratégicos para ejercer presión sin recurrir a conflictos abiertos, aprovechando su posición en sectores críticos.

El impacto potencial de esta medida podría ser significativo para empresas estadounidenses con flotas comerciales en Asia, que deberán incorporar el costo adicional en su logística y operaciones, mientras que la diplomacia económica entre Washington y Beijing se mantiene en un momento de alta tensión. Analistas alertan que cualquier escalada adicional podría provocar efectos dominó en los precios de materias primas, transporte marítimo y mercados financieros globales.

La decisión de China de gravar barcos estadounidenses representa un nuevo capítulo en la confrontación comercial entre las dos mayores economías del mundo. La medida no solo envía un mensaje firme sobre la defensa de los intereses nacionales, sino que también subraya la complejidad de las relaciones comerciales, donde cada acción puede tener repercusiones directas en la economía global y en la política internacional.